Perfiles e historias / Trotamundos vegano
Autor | María Luisa Medellín |
"Conocí el veganismo por un amigo. Él ya tenía como un año en eso y llegó con folletos, stickers, cosas así, y me llamó la atención", platica Daniel Jesús Franco Mancinas, quien a partir de esa experiencia inició una aventura que lo ha llevado a ser socio de un par de restaurantes veganos en Wiesbaden y Fráncfort, Alemania.
"Yo tenía 15 años y estaba empezando la prepa. Vi que varios se juntaban a cocinar y me fui informando más hasta que le di un significado al veganismo por el hecho del respeto a los animales, a enfocarse en una alimentación más consciente, más amable, ¿no?, pero igual fue como una búsqueda de identidad".
Moreno, alto, de ojos grandes y bigote, Daniel nació en Monterrey, tiene 34 años y es el menor de seis hijos.
Hace unas semanas vino a visitar a sus hermanos y a sus padres, Leonor Mancinas y Juan José Franco, quienes viven en el Centro de la Ciudad y tienen una tienda de abarrotes que lleva el apellido paterno.
Leonor, su mamá, se muestra orgullosa de su hijo y de lo que ha logrado, aunque confiesa que, al principio, le costó entender que estaría lejos de ellos.
"Nunca pensamos que se fuera a quedar tanto tiempo, pero le ha ido muy bien y hace lo que le gusta.
"Yo no soy vegana, pero he aprendido a cocinar así gracias a él, y nos mantenemos en contacto. Hasta hemos podido viajar y visitarlo".
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Daniel, de cabello rapado en los costados, con una breve coleta en la parte superior, luce decenas de tatuajes, dilatadores en las orejas y viste playera tipo polo y pantalón en negro, así como tenis blancos.
Sencillo y amable relata que desde los 16 años vendía hamburguesas, burritos y tortas veganas en tocadas en el Barrio Antiguo, la Plaza Fundadores y en algunas facultades de la UANL.
"Andaba de punk y estaba en una banda que se llamaba El Arma es la Palabra, enfocada al vegan, y así".
Luego estudió Sociología y cursos de alimentación saludable y nutrición. También trabajó en proyectos de desarrollo comunitario en Galeana, Iturbide y Rayones.
Después puso un puesto de tacos y tortas veganos con un amigo, cerca de los Condominios Constitución.
"La gente llegaba y le decíamos que había tacos al pastor o de carne asada, todo vegano. Muchos se quedaban, muchos se iban, pero funcionó, y nos llegó la chance de que llegó un chico de Franz Ferdinand (banda británica de indie rock), comió y fue de que salimos en el periódico, y de ahí se levantó el negocio.
"Hasta nos invitaron a hacer el catering del Festival Pa'l Norte. Fuimos...
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