PERFILES E HISTORIAS / Tritones al estilo oriental
| Autor | María Luisa Medellín |
Desde que llegó a México, Norihiko Kawai Kamiya se ha dedicado a forjar campeones en la natación y en la vida.
Ésa ha sido su prioridad y misión, subraya el originario de Iwate, Japón, en un español no muy fluido que acompaña de leves sonrisas.
En realidad, sólo venía por dos años, a invitación del Instituto Nacional del Deporte (INDE), pero poco a poco se adaptó a este país, y de la Ciudad de México, a la que llegó en 1978, se mudó a Monterrey en 1993, donde vive hasta la fecha.
"Guillermo López Portillo hizo solicitud a la Federación de Natación japonesa para un entrenador, con muy buenas condiciones laborales, y mi profesor recomendó venir... Yo tenía 24, 25 años", recuerda Norihiko.
Enseguida comparte que su primer shock cultural fue que él no sabía de días festivos, y en la Ciudad de México, los nadadores no acudían por cualquier celebración marcada como asueto obligatorio en el calendario.
Casi no hablaba español ni sus pupilos inglés; se entendían a señas. Los muchachos eran de bajos recursos y las clases, gratuitas.
Confiesa que pensaba regresar a Japón, donde ya había sido auxiliar del entrenador nacional en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, pero su profesor lo convenció de quedarse un poco más.
"A los dos años sacamos dos campeones nacionales en 200 metros nado mariposa: los hermanos Carlos y Gabriel Torres. Íbamos bien y un día el INDE desapareció", menciona Norihiko llevándose la mano a la boca para ahogar una risa discreta.
Luego explica que desde seis meses antes le entregaban sus cheques de pago, pero al ir a cobrarlos no tenían fondos, y aunque le prometían que solucionarían el problema, éste continuaba.
"Acepté (la situación) por mi trabajo... Me gusta. Estaba joven y busqué un empleo más en el Liceo Mexicano Japonés, más serio en el pago".
Norihiko se desempeñaba en el área administrativa del Liceo, ya que además de la Licenciatura en Educación Física, con especialidad en Natación que estudió en la Universidad de Nippon de Tokyo, cursó una Maestría en Economía.
Cuenta que nunca pudo cobrar aquellos cheques del INDE porque no quedó ni a quién reclamarle. Después trabajó en la Subsecretaría del Deporte, más tarde en el Club Casablanca San Ángel y Satélite, en Acuática Nelson Vargas, Club Morsas y en la Unidad Independencia del IMSS
"En el Seguro Social era un problema porque hay sindicato y el director de la unidad no quería que yo entrenara más tiempo fuera de su horario", explica Norihiko y refuerza las palabras con el movimiento de sus manos.
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