Perfiles e Historias / El Tigre más Tigre
| Autor | María Luisa Medellín |
Editora: Claudia Guerra
Uno de los recuerdos más entrañables de Osvaldo Batocletti, tras levantar el trofeo del primer campeonato de Liga de Tigres en la temporada 77-78, contra Pumas, fue el recibimiento de la afición.
"Viajamos de la Ciudad de México al día siguiente del partido, porque en esa época no había charters. Nos dijeron que los aficionados nos esperaban, y pensé: '¿cuántos pueden ser?'. Pero mientras el avión descendía fue una enorme sorpresa ver una hilera interminable de carros y banderolas azul y amarillo", comparte emocionado el ex defensa central.
La victoria de 3-1 en el marcador global cobraba tintes de hazaña por ser la primera estrella que un equipo de futbol profesional regio obsequiaba a la Ciudad.
"Subimos a un autobús viejito. No había descapotados", continúa Batocletti. "Y desde el aeropuerto hasta el antiguo Palacio Municipal -la Macroplaza no existía-, nos custodió la gente en sus vehículos.
"Al detenerse, el autobús ya traía tres o cuatro vidrios menos y gente arriba del techo. Subieron unos policías y nos dijeron: 'Si se bajan, no nos hacemos responsables'. Nos condujeron a una seccional de policía y en patrullas nos llevaron a cada uno a su casa".
Lo que lamenta es que a nadie se le ocurriera abrir las puertas del Estadio Universitario para dar la vuelta olímpica y festejar junto a los seguidores.
Los Tigres, dice, no eran favoritos para ser campeones, pero nunca se rindieron. Después del 2-0 en casa, empataron 1-1 en el encuentro de vuelta del 27 de mayo de 1978, en el que casi 60 mil unamitas sufrieron la derrota.
Batocletti, de 66 años que no aparenta, y mirada retadora bajo unas cejas espesas, fue una muralla que impidió el avance de los rivales y peleó cada balón.
Antes, los capitalinos quisieron hacer sentir su poderío y pasearon un puma que mantuvieron encadenado durante el partido en el Estadio Olímpico México 68.
"Bato" no conserva videos, sólo imágenes de aquella batalla, inicio de una de las gloriosas páginas de un equipo que hizo época, comandado por el uruguayo Carlos Miloc, y de jugadores con garra como Tomás Boy, Gerónimo "Patrulla" Barbadillo, Sergio "Millonario" Orduña y Walter Daniel Mantegazza, artífice de la tercia de goles que les dieron el campeonato.
Un año antes, Tigres había peleado el descenso ante Zacatepec, pero Miloc llegó, hizo limpia de jugadores y recibió a otros 13, incluido Batocletti.
"En nuestros logros tuvo que ver, primero que nadie, don Carlos, un técnico capaz, orgulloso y muy exigente que supo transmitirnos ese liderazgo", afirma categórico quien portaba la estafeta de capitán y anotó 7 goles en el Club.
Era un grupo potente, al que no le gustaba perder, reafirma Miloc, quien añade que "Bato" tenía, además, un respaldo muy alto de sus compañeros.
Por ello, tras el zarpazo letal a Pumas, fueron subcampeones en...
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