Perfiles e Historias / Los pasos de 'Kikestrikes'

AutorDulce Moncada

Son sus pies, así que Kike suelta las muletas solamente para dos cosas: dormir y hacer ejercicio.

Su pasión por el deporte es su motivación.

Aun sin la cadera izquierda, Enrique Guajardo Sánchez practica de tres a cuatro deportes a la semana y el crossfit es su mejor apuesta.

Las mañanas y noches las dedica regularmente a ir al gym, a practicar Artes Marciales Mixtas con su amigo Jorge "El Pistolero" Medrano, al futbol para amputados y al crossfit, que le demanda mucho esfuerzo, pero al que no le teme.

Tres veces por semana, en horarios diversos, practica esta disciplina de moda. El crossfit es una actividad militar, basada en levantamientos olímpicos y ejercicios de gimnasia, movimientos que, si para una persona en buenas condiciones son difíciles de realizar, para él, con una pierna más corta que otra, lo son mucho más.

"Kikestrikes", como le llaman, tiene 27 años y mide 1.80 metros. Usa barba y el cabello corto. De piel aperlada, cejas pobladas y pestañas risadas, luce además una blanca sonrisa que jamás desaparece bajo su característica gorra.

"Parece modelo", dicen algunas mujeres.

Una playera sin mangas deja ver sus brazos marcados. En su pecho están tatuadas las huellas de cada una de las batallas que le ha ganado al osteosarcoma, un cáncer que le afectó hace 10 años, en dos ocasiones, y que lo hace apoyarse en unas desgastadas muletas.

"Le pedí a Dios todo en la vida y me dio la vida para tenerlo todo", dice un tatuaje sobre las costillas del lado izquierdo.

"Mi abuelo hizo la Iglesia de El Roble, así que me tatué el reloj y me puse la fecha en la que me detectaron el cáncer, el 24 de noviembre. Creo mucho en los ángeles, me puse uno, y en el pecho tengo el símbolo de mi fundación", explica de sus otros grabados.

Kike avienta las muletas cada que va a realizar algún ejercicio. Entre aparato y aparato, las deja olvidadas por ahí y camina sin ellas.

Llega el momento de levantar pesas y ahí hace adecuaciones. Cualquier pesa sirve para colocarla bajo su pierna izquierda y equilibrarse.

"Los levantamientos son lo más difícil, porque al no tener cadera ocupas la fuerza de esa zona y del abdomen", dice Kike. Pero para él no hay imposibles. Venció al cáncer, y el ejercicio es pan comido.

OPTIMISMO QUE CONTAGIA

Lo bueno de tener cinco centímetros más corta la pierna izquierda es que siempre se levanta con el pie derecho.

Aunque esta "discapacidad" le pega en su ego, Kike no se clava y todos los días se despierta con una sonrisa y una actitud...

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