Perfiles e Historias / Constructor de sueños
| Autor | María Luisa Medellín |
Al decir Legorreta, viene a la mente una arquitectura contemporánea con esencia mexicana, de volúmenes geométricos, alegre, que privilegia el color y la luz natural.
"Aunque lo más importante es interpretar la visión de quienes habitarán esos espacios para que los disfruten, para que sean felices", interviene sonriente Víctor Legorreta.
Como muestra, uno de sus más recientes proyectos: la Casa del Sorteo Tec, inaugurada recientemente, una especie de laberinto que fluye en varios niveles, a través de escaleras, cartelas, pérgolas y pasillos.
A lo largo de su carrera, este arquitecto ha mantenido una relación cercana con Monterrey.
Junto a su padre, Ricardo Legorreta, una de las figuras más influyentes de la arquitectura mexicana, artífice de MARCO y quien falleció en el 2011, Víctor participó en el Centro Médico Zambrano Hellion, la Biblioteca Universitaria Raúl Rangel Frías, el Hotel Camino Real, la Escuela de Graduados en Administración y Dirección de Empresas (EGADE) y la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública (EGAP).
Su filosofía es crear arquitectura humana y atemporal que exalte las raíces mexicanas, explorando siempre nuevas rutas en el diseño y, actualmente, como director general y de diseño del despacho Legorreta, él y su equipo están enfocados en la edificación de Cantera, un exclusivo complejo vertical de departamentos, al poniente de la Ciudad.
El arquitecto Francisco Serrano, amigo de la familia Legorreta, afirma que Víctor dominó con mucha calidad, talento y sencillez ser hijo de alguien con tanto prestigio.
"Fue avanzando poco a poco hasta hacerse de un nombre propio y, al mismo tiempo, sigue disfrutando de ese legado de su padre, de lo que aprendió.
"Eso le da prestigio a su despacho, a su quehacer en este País y el extranjero. En arquitectura él representa lo que somos los mexicanos. Además, ha sabido formar equipo, abrirse y tener la libertad de asociarse con otros arquitectos".
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Sentado en el sofá de una sala en color arena, en cuyos muros y piezas artesanales destacan los tonos ocre, Víctor cuenta que es el menor de los seis hijos de Ricardo Legorreta y María Luisa Hernández.
"Desde chico viví alrededor de la arquitectura. La casa estaba llena de libros y los domingos en la tarde acabábamos moviendo los muebles y los cuadros porque papá quería probar un acomodo diferente.
"Viajábamos y estábamos viendo edificios, ciudades, pueblos o haciendas. Mi papá era un enamorado de México", comparte...
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