Perfiles e Historias / Con la batuta en alto
| Autor | Daniel de la Fuente |
Fue a la mitad del "Réquiem", de Mozart, en su debut como director en el Palacio de Bellas Artes, cuando a Eduardo Diazmuñoz se le zafó la batuta de la mano y la perdió entre el público.
Sin inmutarse, el músico continuó con la presentación, integrada por la orquesta del Conservatorio Nacional, el coro de la institución y el que aquél dirigía entonces, Axis Mundi. Era el 9 de junio de 1975.
Eduardo, a 45 años de aquel suceso, evoca su emoción:
"Se me salía el corazón", expresa. "Me sudaban hasta las pestañas. Era una excitación tal. ¡Una presión de las buenas! Dije: 'Ésta va a ser la demostración de si puedo o si mejor le busco en otro lado. Es el momento de la verdad'".
Pero la batuta salió volando e, inocente, les pidió a los acomodadores al final de la gala que la buscaran, en vano. El joven de 22 años lo tomó como un mal augurio.
"Debo retirarme, es un símbolo", le confesó a Sara, su hermana pianista, quien le respondió: "¡Al revés! Es un símbolo de que te debes al público, de que tu misión en la vida va a ser trasmitir tu pasión, lo que estás sintiendo".
Hoy, Eduardo es considerado una de las más altas figuras de la cultura nacional y entre los directores mexicanos de mayor proyección en el mundo, y no ha dejado de sentir aquella emoción.
"Dirigir llega al corazón, directo", dice al describirse en concierto. "Un acorde, una secuencia, me ponen el cuerpo de gallina o un nudo en la garganta o se me escurre una lágrima o de plano viene el llanto inconsolable con algunos conciertos.
"Claro, eso no me lo permito cuando estoy dirigiendo, me lo impuse hace años, porque cuando quieres expresar lo que quiso decir tal compositor debes separar, no involucrarte, de lo contrario pierdes la fuerza, el hilo conductor: Esto es 80 por ciento mental y, 20 ciento, corazón".
Pero ese 20, enfatiza, es intenso: "No puedes estar frío, eso no va conmigo".
El crítico Gabriel Rangel afirma: "El maestro Diazmuñoz es, quizá, el principal embajador de la música mexicana de concierto, tanto fuera del País como en nuestros escenarios. Desde los clásicos nacionales como el 'Huapango', de José Pablo Moncayo, hasta las creaciones musicales de fechas recientes y de compositores actualmente activos".
Y, desde hace año y medio, Eduardo encabeza la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que cumple en este 2020 sus primeros 60 años, casi el mismo tiempo de trayectoria de este reconocido director, músico y compositor.
El último concierto que brindó la...
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