Perfiles e Historias / El 'Abuelo' que hizo época
| Autor | María Luisa Medellín |
Iniciaba el primer tiempo extra contra Tampico Madero, y Francisco Javier "El Abuelo" Cruz anotaba el gol que daba a Rayados su primera estrella de campeón.
Esa tarde del 1 de marzo de 1986, en el antiguo Estadio Tec, la afición celebró eufórica el término de 41 años de sequía, y al día siguiente se volcó a festejar con su equipo en la flamante Macroplaza.
"El Abuelo" también estaba feliz por su título de goleo con 14 tantos, empatado con Sergio Lira, del equipo rival.
A 30 años de la victoria con marcador global de 3-2, y bajo la dirección técnica de Francisco Avilán, el ex jugador recuerda que recibió un pase de Mario Souza Mota "Bahía" cerca del área chica, el portero se adelantó y él trató de elevar el esférico.
"Pero la cuchareo mal y dudé que entrara. Un contrario se barrió para evitar el gol, aunque la pelota había rebasado la raya", narra emocionado con una amplia sonrisa que marca más sus líneas de expresión, a las que debe su apodo.
Ha subido mucho de peso, pero su buen humor se mantiene intacto, como su cabello ondulado, aunque sin tanto volumen.
Ahora reside en San Antonio, Texas, y cuando viene a Monterrey habita un moderno departamento al poniente de la ciudad. Es socio de una empresa de mediación y construcción, y viaja con frecuencia.
Esta mañana está sentado en una de las sillas color maple del comedor. Bebe agua de jamaica y, desde la sala, un equipo de sonido reproduce baladas y música disco de los 80.
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En 16 años como futbolista profesional, "El Abuelo" definió con sus goles momentos clave para él y los equipos en los que militó.
Comparte que el 24 de marzo de 1984 debutó con Rayados y logró una de las siete anotaciones que le asestaron al Atlas, que hizo uno. Tenía 17 años y un juego desequilibrante que le valió integrarse a la Selección Nacional Amateur.
Francisco Avilán, su mentor, cuenta que después lo llamaron al Mundial Rusia 85, con Alberto García Aspe, Héctor Becerra, Chepo de la Torre y Memo Vázquez.
Él fue uno de los dos mejores jugadores del torneo, y en los Panamericanos de Indianápolis anotó una chilena o Abuelinha, en la goliza de 7-0 sobre Paraguay. Luego, Bora Milutinovic lo convocó a la Selección Mayor en el Mundial México 86.
"Decían que tenía mucho carisma, aunque yo le llamo gracia de Dios", subraya quien fuera extremo izquierdo y delantero.
Su primer balón como seleccionado nacional fue uno de los cinco tantos que el Tri le metió a Argentinos Jrs., que hizo uno, pero la locura estalló en las gradas en Cuartos de Final contra Alemania el 21 de junio de 1986, en el Estadio Universitario.
"Todo el País quería verlo porque era habilidoso, atrevido, descarado para jugar futbol", refiere su compadre Héctor...
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