Perfilan a Amy Coney Barrett a la Corte Suprema

Víctor Sancho, corresponsalWASHINGTON, EU, septiembre 26 (EL UNIVERSAL).- Donald Trump sustituirá a un ícono del feminismo progresista por una mujer profundamente conservadora, ultracatólica y antiabortista.

Sin dar lugar a la sorpresa y cumpliendo todas las expectativas y apuestas que circulaban por las esferas políticas de Washington, está previsto que el presidente de Estados Unidos anuncie la tarde de este sábado que Amy Coney Barrett, de 48 años, es su elegida para la vacante en la Corte Suprema, tras la muerte, hace una semana, de Ruth Bader Ginsburg.

Trump, incumpliendo el último deseo de Ginsburg de dejar al ganador de las elecciones de noviembre la decisión de buscarle un reemplazo, no dejó pasar ni un segundo tras el fin de los actos de responso, despedida y homenaje de una figura totémica de la historia reciente del país.

El mandatario, a seis semanas de jugarse la reelección, necesitaba anotarse el triunfo mayúsculo de rellenar el Supremo con una figura conservadora que sesgue todavía más las decisiones del alto tribunal.

A pesar de que la Casa Blanca insistía en que había cinco mujeres en la lista de los posibles candidatos, Barrett era la única que realmente se había tomado en consideración.

Ya estaba entre los finalistas en la última elección que hizo, y ahora no tenía casi rival. De hecho, es la única que se ha entrevistado con el presidente Trump por el puesto.

"No he dicho que sea ella, pero es fantástica", se limitó a decir Trump este viernes, una vez que ya se había filtrado el nombre.

Y es que Barrett cumple todos los requisitos que el presidente y los republicanos buscaban: una mujer joven de ideología muy conservadora y fuertes convicciones religiosas, con una lectura estricta del texto de la Constitución.

Ponerla en el alto tribunal antes de las elecciones, una de las obsesiones de la Casa Blanca, será una carrera a toda velocidad.

Quedan sólo 38 días para las elecciones presidenciales y tanto Trump como los congresistas conservadores han prometido que acelerarán todo lo que sea necesario para hacerlo posible antes de los comicios, esperando que sea un impulso en las urnas.

Aunque para ello hayan tenido que estar toda la semana haciendo maniobras de escapismo de sus declaraciones de 2016, cuando bloquearon una nominación al Supremo de Barack Obama en su último año de mandato alegando que no era lo adecuado en campaña electoral.

Cuatro años después, en la misma situación, todo ha cambiado de color y es totalmente...

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