Los niños perdidos

AutorMaría Luisa Medellín y Daniel de la Fuente

La última vez que María Inés y Mónica Bernal Hernández supieron de sus hijos fue el 17 de diciembre del 2008.

Un vocero del Centro de Adaptación e Integración Familiar, A.C. (Caifac), la casa hogar de donde ellas denunciaron el 1 de diciembre del año pasado la desaparición de sus tres pequeños desde hacía casi tres meses, presentó un video para demostrar que los menores seguían allí.

En las imágenes, una psicóloga del DIF estatal conversa con Adriana Guadalupe, de 14 años, hija de Inés, quien llevaba una sudadera con capucha que le cubría parte del rostro; con Julio César, su hermano, de 11 años, y su prima Diana Lizeth, hija de Mónica, de la misma edad que el niño.

El vocero aseguró que los niños estaban en una de las tres estancias de Caifac.

Pero ha transcurrido más de un año y Patricia Murguía, la prófuga directora de la institución, no ha entregado a los menores.

Ésta es la crónica de una desaparición e injusticia, aún impunes pese a que el caso fue tomado por la PGR en abril pasado.

Hija de Mónica y hermana de Diana, Brenda Hernández fue quien tras huir de Caifac, en agosto del 2008, reveló lo que enfrentaban a diario medio centenar de menores a los que esa institución prometió un refugio de amor.

La niña de 12 años recuerda que se fugó luego de que una cuidadora, de nombre Nancy, le diera puñetazos por no lavar prendas.

Otros menores también describen a esta mujer como temible.

Brenda quiso convencer a su hermana de escapar, pero Diana se negó, lo mismo que su prima Adriana Guadalupe, quien no quiso dejar a su hermano, Julio César.

Lo hizo sola: saltó del techo de la casa de las niñas, en la Colonia Hacienda Los Morales, corrió varias cuadras, le dio raid un Ruta 212 y llegó con su tía María Inés, madre de Julio César y Adriana Guadalupe.

Brenda dice que su tía no le preguntó por sus hijos, porque "no se preocupa por ellos".

"Es que fue mi tío el que los internó", señala. "Los llevó a la casa hogar porque una vez que los de Caifac vieron a mis primos en un crucero les dijeron que si se querían ir con ellos. Pero luego luego los empezaron a maltratar".

Igual le sucedió a ella. Les torcían los brazos, los pellizcaban, azotaban con flautas y varas y les daban sedantes.

Aunque al principio la niña refirió que algunos menores fueron llevados a Veracruz y Cancún y que volvían extraños y con cicatrices postoperatorias, reconoce que sólo le consta que una, Yahaira Martínez, fue a esta última ciudad a pasar días con Hellen, una mujer que...

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