Pérdidas en la infancia

Daniela Saldaña

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 12 (EL UNIVERSAL).- La muerte de un familiar, la pérdida de un animal de compañía, la separación de alguno de los padres y demás factores pueden causar que un menor de edad atraviese por un duelo. De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), se trata de un proceso normal de demostraciones que se hacen para manifestar el sentimiento por el fallecimiento de alguien, por ejemplo.

Tras una pérdida afectiva, el ser humano tiende a revelarse de diferentes formas a través de un proceso adaptativo. El documento "El duelo en los niños" (la pérdida del padre/madre), de los especialistas Amalio Ordoñez Gallego y Antonia Lacasta Reverte, establece que el duelo es uno de los acontecimientos más estresantes en la vida de las personas, quienes necesitan de un tiempo variable para su recuperación.

Los duelos complicados suceden por diferentes circunstancias: relacionales (de dependencia o conflictividad), circunstanciales (muerte súbita o incierta y juventud del fallecido), personales (problemas de salud previos) o sociales (ausencia del apoyo familiar o nivel socioeconómico bajo). Sin embargo, un caso muy especial es el de los niños y adolescentes.

Claudia Sánchez, tanatóloga y maestra por la Universidad de La Laguna de España, explica en entrevista con EL UNIVERSAL que los niños no sienten igual el duelo, pues depende mucho de su edad. Pero, de igual manera, su proceso se trata de una reacción ante alguna pérdida.

Los pequeños pueden atravesar por un duelo desde por cambio de casa, ciudad o escuela hasta por la separación de los papás, muerte, enfermedad de alguien que ya no puede pasar mucho tiempo con ellos, el fallecimiento de un animal de compañía y el alejamiento de la persona que los cuida.

La especialista recalca que en los adultos pasa igual, pero muchos viven esa experiencia sin pensar que requieren del duelo.

"Los niños, simplemente, viven de manera diferente el duelo porque lo toman como algo que les impide realizar su rutina diaria. El cambio de continuidad es una pérdida muy importante para ellos, por lo que tienen que volver a reconstruir su cotidianeidad. Por su desarrollo psicoemocional, edad, género, causa y relación con la persona o cosa en cuestión, el proceso se vive muy distinto", explica la especialista.

En cuanto a la edad, la tanatóloga menciona que, aproximadamente, los bebés de dos años de edad o menos dependen por completo de quienes los cuidan y piensan que el mundo gira a su...

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