Perder a tu hija y pelear vs. sistema

Sandra fue asesinada en mayo. Una víctima más. Una cifra más. Hasta que su madre tuvo que ir a rescatar su cuerpo de entre 400 cadáveres perdidos en tráileres de refrigeración, ante la incompetencia de las autoridades.

Ahora, su madre, del mismo nombre, cuida a sus cuatro nietos, uno de ellos con discapacidad, hidrocefalia y espalda bífida, y también a sus cuatro hijos con un ingreso mínimo y sin apoyo de alguna institución.

El 29 de mayo del 2018, ella vio por última vez a su hija de 25 años. Después de buscarla durante una semana y, a pesar de denunciar su desaparición en la Fiscalía del Estado, nadie le daba respuestas.

Día y noche durante siete días, Sandra insistió en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) que le mostraran las imágenes de mujeres que coincidieran con la descripción de su hija, y aunque le respondían que no tenían a nadie, ella no se rendía.

Fue en esa insistencia que pudo reconocer el cuerpo de su hija en estado de descomposición, debido a unos tatuajes.

"Desde un principio todo ha sido muy desgastante. Recuperar el cuerpo porque no me lo querían dar, porque no lo encontraban, porque no era ella, porque tenía que hacerme prueba de ADN y tardaba de 3 a 6 meses y entonces poderme entregar a mi hija", reprochó la madre.

Y aunque ella estaba segura de que era su querida Sandra porque coincidían los cuatro tatuajes con la que que ella simbolizaba a sus hijos, y a pesar de tener un oficio para que se la entregaran, las autoridades tardaron casi 24 horas porque el cuerpo estaba perdido entre otros 400 almacenados en un contenedor.

Tanto para la madre como para otra de sus hijas, el calvario no terminó a la hora de identificar el cuerpo, sino que ambas pasaron un día entero en las instalaciones del IJCF hasta que les entregaron a Sandra sin una causa de muerte confirmada y con una orden de defunción irregular.

La familia viajó desde Ocotlán para llegar a las instalaciones a las 16:00 horas. Las atendieron hasta las 20:00 y les aseguraron que "en un rato más tendrían el cuerpo".

A las 23:00 horas les entregaron un acta de defunción sin el cuerpo y sin causa de muerte. Ahí comenzó el coraje pero no tuvieron respuesta hasta las 5:00 horas del día siguiente cuando una investigadora les confesó que no encontraban el cuerpo de Sandra porque no lo etiquetaron ni le hicieron la necropsia...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR