Percibe sociedades más deshumanizadas

AutorCarlos Rubio

Hace 40 años, cuando el periodista alemán Günter Wallraff comenzó su trabajo como reportero, él, como la mayoría de la gente, esperaba avanzar con paso firme hacia un mundo más humano y más justo. Sin embargo, en los últimos años, el propio Wallraff ha tenido que admitir que incluso las sociedades consideradas más desarrolladas, como su Alemania natal, están experimentando un grave retroceso que ha provocado que la injusticia aumente y las condiciones de vida se hayan vuelto mucho menos humanas.

Wallraff (1942) deja constancia de ello en su más reciente libro, Con los Perdedores del Mejor de los Mundos (Editorial Anagrama), un conjunto de reportajes en los que el "periodista indeseable", adjetivo que se granjeó hace más de 20 años por sus infiltraciones en diversos sectores para denunciar situaciones de injusticia, se interna en la Alemania actual para sacar a la luz algunos de sus escenarios más sombríos e infames.

De esta forma, el periodista padece en carne propia, camuflado de negro, el racismo puro y duro que campea bajo el manto de una modernidad políticamente correcta que incluso lo prohíbe; expone la forma en que algunas empresas de marketing telefónico operan buscando su beneficio sin importarles si en en el camino convierten a sus trabajadores en auténticos estafadores; sufre el abandono de que son objeto los indigentes en las calles alemanas, aún en las condiciones atmosféricas más duras, a 15 grados bajo cero; rastrea, expone y documenta en detalle la forma en que grandes y pequeñas empresas echan abajo algunos de los logros elementales del movimiento sindical.

"Aunque las consecuencias se manifiestan de un modo brutal -aumento de la pobreza infantil; obstáculos cada vez más altos a la formación; más y más personas sin seguro médico y de jubilación; alejamiento prolongado de las capas más bajas de las actividades culturales y sociales; pobreza en la vejez-, hasta hoy los partidos que dicen preocuparse por el bienestar de grandes capas de la población no intentan cambiar la política neoliberal del desmantelamiento social", dice Wallraff.

Los reportajes de este libro demuestran, cabalmente, la afirmación del autor, y desglosan métodos, situaciones y actitudes que forman parte de la más absoluta cotidianidad y "normalidad" de la llamada "locomotora de Europa", con una escritura diáfana y sin metáforas, lo que hunde al lector en el estupor ante la narración de una serie de atrocidades que se traman a la sombra de la ley en el "mejor...

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