Pemex: fortalecer, no privatizar

AutorFrancisco Labastida Ochoa

Estas líneas tratan de dar información que permita ver con más objetividad a la principal empresa de México. Contienen, principalmente, cifras y hechos duros, verificables, y la menor cantidad de adjetivos.

Pemex ha sido y sigue siendo el pilar fundamental de las finanzas y de la economía del país. Ha sido y sigue siendo una de las más grandes empresas petroleras del mundo.

Gracias a Pemex y al petróleo, México ha podido financiar los servicios públicos de educación, de salud, de seguridad pública, de apoyo al campo, de agua potable, de drenaje, de infraestructura urbana; gracias a Pemex se pueden pagar los salarios de los maestros, de los médicos, de las enfermeras, de los servidores públicos desde el rango más alto hasta el más bajo; gracias a Pemex se ha podido realizar la gran obra pública: carreteras, puertos, aeropuertos.

No hay rubro alguno del desarrollo del país en cuyo financiamiento no haya participado Pemex con los recursos que aporta a la hacienda pública por impuestos y derechos establecidos para la explotación petrolera.

Cuando se habla de crisis en nuestra industria petrolera, de ninguna manera podemos atribuirla a una empresa que en 2006 obtuvo ingresos por 1 millón de millones 58 mil millones de pesos, y rendimientos por 627 mil millones, de los que tuvo que pagar al fisco 584 mil 500 millones (sin incluir IVA), equivalentes al 40 por ciento de todos los ingresos fiscales que recauda el gobierno. Las cifras del 2007 aún no han sido cerradas, pero serán muy superiores a las del 2006.

Pemex y sus trabajadores no han generado la crisis de nuestra industria petrolera. Por el contrario, han logrado mantener a la empresa produciendo y generando ingresos al país, a pesar de las excesivas cargas fiscales a que ha sido sometida para financiar el gasto público.

Problemas del sector petrolero

Es obvio que en el sector petrolero tenemos una crisis que se expresa en muchos y graves problemas, entre los cuales señalaré algunos que considero especialmente importantes y urgentes de resolver. En torno a esos problemas se han publicado muchas reacciones y opiniones. Desafortunadamente han abundado más los adjetivos calificativos que las evaluaciones objetivas, con base en datos duros, sobre los problemas y la manera en que se pueden resolver.

Con la crisis en nuestra industria petrolera y con la reforma que se requiere para enfrentarla se ha creado un fantasma que está recorriendo la geografía de todos los intereses del país.

Lo cierto es que nadie, ni del Poder Ejecutivo ni del Legislativo, ni otra fuerza política alguna, ha propuesto una reforma del sector petrolero. Las loas y las excomuniones se hacen sobre el fantasma que cada quien...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR