Un pelotón de ejecutivos

AutorJuan Carlos Angulo

Por su carácter de esfuerzo, vigor y fortalecimiento, el entrenamiento de "boot camp" (campamento de botas) ha llegado a causar furor en los directivos, ejecutivos y jefes departamentales de las compañías más importantes en Estados Unidos.

Con una duración de seis semanas, este curso hace que "los jefes" mejoren su condición física y renueven sus hábitos laborales al entrenar con una disciplina ciertamente estoica, al más puro estilo militar.

El Quest Fitness Center de Ellicott City en Maryland es uno de estos gimnasios en donde las actividades comienzan a las 5:30 horas y el grupo de ejecutivos es transformado en un auténtico pelotón.

La indumentaria para entrenar se reduce a unos simples pants o shorts, unos tenis y la playera oficial del gimnasio con la leyenda: "No hay lamentos, no hay lágrimas".

Entre interminables sesiones de abdominales, adoloridos estiramientos y sofocantes saltos en escuadra, los participantes entrenan diariamente por dos horas antes de acudir a sus empresas y lugares de trabajo.

"Los ejercicios que realizas aquí te llevan a traspasar tus propios límites físicos y mentales, ya que la disciplina utilizada te impulsa a dar siempre un poco más de ti", comenta David Benett, entrenador de "boot camp".

Como método disciplinario, los ahora soldados no pueden hablar, a menos que el entrenador les pregunte algo, a lo que deben responder el clásico "yes, sir" sin dudarlo, ya que de no hacerlo se ganarán un pase directo a la sesión de castigos post-clase, que consta de realizar sentadillas y lagartijas hasta el cansancio.

Según Benett, la mayoría de los ejecutivos que llegan a este lugar son personas que están en una búsqueda constante de retos.

"Son los...

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