¡Con pelos en la lengua!

En unos de los días de mis vacaciones se me acercó un güero bien mamado y me tiró la onda, para no hacérsela tan larga... la historia, al final acabamos bien juntitos en la cama, pero lo raro del asunto es que al final lloró, porque se acordó de su novia y sentía remordimientos. ¡Qué picudo! como no se acordó a la hora del chaca-chaca. En fin, aquí les van unos chiquitos y otros grandotes... como en todo...

TRAVIESOS

Un matrimonio tenía dos niños pequeños, de 8 y 10 años de edad, quienes eran extremadamente traviesos. Siempre estaban metiéndose en problemas y sus padres sabían que si alguna travesura ocurría en su pueblo sus hijos estaban seguramente involucrados.

La mamá de los niños escuchó que el sacerdote del pueblo había tenido mucho éxito disciplinando niños, así que le pidió que hablara con sus hijos. El sacerdote aceptó pero pidió verlos de forma separada, así que la mamá envió primero al niño más pequeño.

El sacerdote era un hombre enorme con una voz muy profunda, sentó al niño frente a él y le preguntó gravemente:

- ¿Dónde está Dios?

El niño se quedó boquiabierto pero no respondió, sólo se quedó sentado.

Así que el sacerdote repitió la pregunta en un tono todavía más grave:

- ¿Dónde está Dios?

De nuevo el niño no contestó.

Entonces el sacerdote subió de tono su voz, aún más, agitó su dedo frente a la cara del niño, y gritó:

- ¿Dónde está Dios?

El niño salió gritando del cuarto, corrió hasta su casa y se escondió en su habitación.

Cuando su hermano lo encontró encerrado en su habitación le preguntó:

- ¿Qué pasó?

El hermano pequeño sin aliento le contestó:

- ¡Ahora si que estamos...

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