¡Con pelos en la lengua!
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¡Feliz Año Nuevo! Aquí su Negra arrancó muy bien el 2016, porque anoche empecé y hoy amanecí muy bien acompañada con un galán que la tiene bien grande, sí, está enorme su casa en donde terminamos después del pachangón...¡Salud!
BORRACHITOS
Van dos borrachos en un coche y los para el alcoholímetro.
-Compadre, ¿y ahora qué hago? -dice el conductor muy asustado.
-Tú dale 100 pesos y verás que no pasa nada -responde el copiloto.
El borrachito negocia, convence, se pone la del Puebla y sigue su zigzagueante camino. Pero 50 metros adelante ¡hay otro retén!
-¡Ingas! ¿Y ahora?
-Dale 100 pesos para que no te lleven al Torito.
-Pero ya son 200 pesos, ¡lo de mi pomo!
-Sí, pero de multa son 3 mil 500, compadre. ¡No sea menso!
Vuelve a negociar, paga y otra vez reanudan el camino. Apenas habían avanzado unos metros ¡y les vuelven a hacer el alto!
-¡No puede ser! -dice el borrachales muy indignado-, ya es el tercero y esta vez no les voy a dar otros 100 pesos. ¡Ni madres!
-Son mejor 300 pesos que 3 mil 500 -reflexiona el copiloto-, anda, ya dáselos.
El policía de Tránsito, que alcanzó a escuchar todo, no se aguanta las ganas e interrumpe la plática.
-Si me da otros 100 le digo... ¡como salir de la rotonda!
BIEN ATORADO
Un policía alcanza el auto donde viaja una pareja y le pide que se orille.
-¿Cuál es el problema? -pregunta el conductor.
-Circulaba a 120 kilómetros por hora en una zona de 80 -le dice el uniformado.
-No señor, iba a 85.
Desde el asiento del copiloto, la mujer interrumpe a su marido.
-No es cierto Luis, ibas a 110.
El hombre le echa una mirada de advertencia a su domadora.
-También lo voy a multar porque tiene fundida la luz izquierda -agrega el oficial.
-¿Luz? ¡No tenía idea!, dice el hombre muy sorprendido.
-No te hagas el tonto, Luis -vuelve a meter su cuchara la esposa-, te dije que arreglaras esa luz desde hace seis semanas.
A estas alturas el hombre está que trina y le lanza otros ojos de fuego a su compañera.
-Señor -se ensaña el uniformado-, no traer el cinturón de seguridad también amerita una multa.
-¡Pero si me lo quité en el momento que me detuvo! -le responde el hombre con cara de inocencia.
-Por favor, Luis, pero si tú nunca lo utilizas -exclama la mujer casi gritando.
Esta vez el hombre no puede contener el coraje, endurece la voz y suelta determinante:
-¡Cierra la boca, hija de tu pi...!
Por primera vez el oficial se sorprende y de inmediato pregunta a la...
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