Pedro Ogazón
| Autor | Francisco Gomez Flores |
| Páginas | 337-340 |
˜ 337 ˜
Pedro OgazÛn
1824-1890
DESARROLLÁBASE EL sangriento drama de
nuestra redención moral, cuando la severa
personalidad de D. Pedro Ogazón principió
a destacarse del fondo de los sucesos. El país
entero era un inmenso campo de batalla. Ja-
más en nuestra épica historia se había verifi-
ca lo tan rudo choque de principios e intere-
ses, ni la conmoción de todo el cuerpo social
había sido nunca tan terrible. De la tremen-
vde nuestro modo de ser político o habría-
mos de retrogradar al estado abyecto y omi-
noso de los tiempos coloniales. No existía
más disyuntiva. Esto estaba en la concien-
cia de unos y otros de los combatientes, que
naturalmente dieron margen así a una guerra
definitiva, sin cuartel, de feroz intransigen-
cia por el lado de las doctrinas reaccionarias
y de memorable patriotismo por el lado de
las ideas progresistas.
No creemos nosotros como algunos es-
cépticos o descontentos, que si algún nuevo
y análogo conflicto emergiere de las condi-
ciones íntimas de nuestra historia, sería ya
la nación impotente para producir el temple
heroico de hombres privilegiados que tor-
nasen a salvarla de la ruina. Por el contrario,
pensamos que así como los organismo todos
de la naturaleza nacen en el medio de vida
que les es propio, así también las personalida-
des destinadas a dejar huella en los anales del
mundo, brotan espontáneamente de la masa
del pueblo, en el instante mismo en que su
acción se deja sentir. Esta virtud genésica y
plasmante del pueblo es la clave ignota de las
evoluciones sociales y del andar constante de
la humana familia hacia el perfeccionamien-
to. Las naciones en que se extingue la savia
colectiva, en que se apagan los ideales y las
esperanzas, en que se borran o desvanecen
las rutas de lo porvenir, perecen irremisible-
mente en el eterno y formidable combate
de que surge el mejoramiento de las espe-
cies, como presea de victoria y galardón de
triunfo para los seres más vigorosos. México
dista mucho aún de semejante postración y
enervamiento, y su perenne batallar en este
siglo, desde el año 10 hasta la fecha, por la
conquista perdurable de un sistema político
inspirado en los oráculos de la libertad, bien
deja entrever la vivaz y fecunda energía de la
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