Pediatra en Casa / Los riesgos del uso del tabaco

Investigaciones recientes muestran que no sólo los fumadores crónicos, sino los niños y adolescentes expuestos al humo del tabaco sufren serios problemas de salud. Los padres deben estar pendientes de cómo el fumar afecta a los miembros de la familia ya sea bebés, niños, adolescentes o adultos.

Bebes y niños

Si fuman cerca de ellos, el humo del cigarro, puede causarles daños a su salud, al convertirlos en fumadores pasivos. Si se comparan los hijos de personas no fumadoras con hijos de personas fumadoras, éstos últimos tiene mayor riesgo de contraer neumonía, bronquitis, asma e infecciones en el oído y de desarrollar a largo plazo daños en los pulmones. Fumar causa también serios problemas de salud a las mujeres embarazadas y al bebé. El cigarro se ha asociado a bajo peso en el recién nacido, crecimiento retardado, abortos y muerte del bebé en el parto y a mayor riesgo de morir por síndrome de muerte infantil súbita; con cinco cigarrillos o más que una madre fume durante su embarazo puede producirse todo lo anterior.

No hay duda de que la exposición al humo del tabaco daña seriamente la salud de los niños. Fumar produce una adición que es difícil de superar, además de disminuir la calidad de vida, tanto para el fumador como para la gente que le rodea. Los fumadores pasivos en México representan 41 por ciento de la población, de éstos 31 por ciento son menores de 18 años y la mayoría están expuestos al humo del tabaco en su propia casa.

Adolescentes

Los adolescentes son fuertemente influenciados por el medio en el que se desenvuelven: se gastan al año enormes cantidades de dinero en publicidad, los anuncios generalmente están dirigidos a los adolescentes, por lo que no es de extrañar que 90 por ciento de los fumadores hayan adquirido el hábito en esta etapa; además, el número de mujeres adolescentes fumadoras se ha incrementado. La encuesta nacional de adicciones de 1993, reveló que 25.1 por ciento de la población urbana entre 12 y 65 años son fumadores; 72 por ciento de ellos empezaron a fumar antes de los 18 años, principalmente por motivos sociales, como la curiosidad y la presión de los amigos. El número de jóvenes fumadores menores de 18 años, de 6.6 por ciento en 1988 pasó a 9.6 por ciento en 1993, lo que representa un millón de fumadores jóvenes; aunado a esto, menos de la mitad de los adolescentes admiten haber fumado alguna vez consideran que fumar es dañino; se sabe que en el D.F:, 79 por ciento de los menores compran cigarros en...

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