Los 7 pecados capitales del Scratch

AutorEdgar Contreras

Brasil sufre la peor tragedia futbolística de su historia.

Si durante 64 años la nación vivió bajo la sombra del "Maracanazo", ese concepto parece cosa de niños comparado con el "Mineirazo", que alude al 7-1 que les propinó Alemania en la Semifinal y para el que no bastan los calificativos.

La Verde-Amarela se desmoronó tras olvidar su gloriosa historia como "Pentacampeón" y se convenció de que el "jogo bonito" era más romántico que funcional, por lo cual METRO presenta los siete pecados capitales que llevaron al infierno al Brasil de Luiz Felipe Scolari.

1- TRAICIÓN A SU ESENCIA

Brasil vendió su alma.

Históricamente, la Verde-Amarela basó su éxito en la comunión con el balón, su gran legado. Bajo ese concepto cimentó sus cinco campeonatos del mundo.

El título de la Copa Confederaciones 2013 les dio una puñalada por la espalda. Fue un traidor que le enseñó a los brasileños que renunciar a la pelota era bueno siempre y cuando siguieran al pie de la letra las indicaciones escritas en el pizarrón.

Cuando la Verde-Amarela se quitó la venda, ya tenía siete goles encima.

2- OMISIÓN EN LA LISTA

Para construir la obra más grande de su historia futbolística, Luiz Felipe Scolari apostó por obreros olvidándose de los arquitectos.

El técnico tachó en su lista a los genios Kaká y Ronaldinho y le puso palomita a los "todo-terreno", a Paulinho, Fernandinho, Luiz Gustavo y Hernanes. Brasil jugó amarrado. En 2002, "Felipao" ganó el título apoyado en Ronaldo, Rivaldo y Ronaldinho. Ahora dejó en Neymar, un joven de 22 años, la responsabilidad de la creatividad ofensiva mientras el resto jugaba a las carreras.

3- TEMOR A OTRO 'MARACANAZO'

Era como si el Maracaná, con los 200 mil asistentes que lloraron en 1950, reposara sobre las espaldas de cada seleccionado brasileño.

Después de aquel Mundial que tuvo como villano al uruguayo Alcides Ghiggia, Brasil enterró su uniforme blanco, el de la ignominia, y así nació el Verde-Amarela.

"Había que olvidar el 'Maracanazo", esa fue la frase de batalla de los brasileños durante todo el Mundial. Scolari no tenía ni dos años en aquella época. Los brasileños cargaron una losa que no les correspondía y el peso de la historia terminó por hincarlos.

4- CARGAR CON UN PAÍS COMPLETO

Neymar lloró tanto tras los Octavos ante Chile, que cualquiera habría pensado que Brasil perdió.

La escena alertó al mundo. El equipo exhibió que era vulnerable y la presión lo dominaba.

Ganar la Copa del Mundo era el paliativo que el pueblo esperaba...

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