Paz en el mundo y la GN en México

AutorJorge Ricardo

l reporte oficial indicaba: "Desfilaron ante el pueblo de México: 29 banderas de guerra, 67 banderas nacionales, 18 mil 445 integrantes de la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas, 1 guardia honorario, 6 soldados honorarios, 8 civiles, 95 charros, 483 vehículos, 27 motocicletas, 13 embarcaciones, 5 águilas reales, 18 aguilillas, 8 halcones cola roja, 1 caracara cheriway, 347 caballos, 146 perros y 106 aeronaves".

Pero todo eso, ante el discurso del Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, pareció menor.

Descalificó a la ONU, pidió detener la guerra entre Rusia y Ucrania, propuso un comité para el diálogo mundial y la suspensión de las pruebas nucleares.

"Sin paz no habrá ni crecimiento económico ni mucho menos justicia", decía López Obrador, que en junio, con apenas cuatro años de Gobierno, superó los 120 mil 463 muertos de todo el sexenio de Felipe Calderón. Lo decía al mundo en serio, en su discurso en el Zócalo de la Ciudad de México, al inicio del desfile militar.

Entre 1970 y 1976, Luis Echeverría, Presidente entonces, envió a su Canciller a negociar el conflicto entre árabes e israelíes, intentó encabeza al Tercer Mundo, buscó el Premio Nobel de la Paz y se auto propuso para presidir la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

"De todos modos no se oye", dijo el oficial de la Guardia Nacional S. Aguilar, mientras esperaba con su contingente de la Guardia Nacional en la esquina de Uruguay y 20 de Noviembre. Allá adelante, en la pantalla de la esquina del Zócalo, López Obrador gesticulaba algo --cómo proponerse pacificar en el mundo, sin poder arreglar la casa--, aunque sin sonido porque las bocinas no funcionaban. La mayor novedad del desfile por los 2012 años del inicio de la Independencia de México fue ese atrevimiento del Presidente, un atrevimiento que a algunos los hizo exclamar: "AMLO, líder mundial", y a otros, como al oficial Aguilar, mover la cabeza incomprensivos: A estas alturas, se dice cualquier cosa.

Del Auditorio Nacional al Zócalo, pasando por la Estela de Luz, donde mujeres familiares habían colgado una manta contra la militarización de la seguridad pública, estaba lleno de gente. Niños, adultos y ancianos a la espera del desfile militar. El primero masivo después de la pandemia del Covid-19. Los más previsores llegaron a las siete de la mañana.

Los más emprendedores ofrecían huacales de madera en 20 pesos para subirse en ellos y mirar mejor, mostachones de 30 pesos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR