Paz Fernández Cueto/ Vámonos haciendo más

AutorPaz Fernández Cueto

A estas alturas, seguramente un entrevistador acreditado del INEGI ya visitó nuestra casa, para realizar el XII Censo General de Población y Vivienda 2000, y la calcomanía con el registro de censada luce visiblemente en algún lugar de la entrada principal. Algo tan sencillo en apariencia como responder a las preguntas del personal acreditado y llenar un cuestionario, -cómodamente instalados en la intimidad del hogar- representa el esfuerzo inaudito de abarcar, en forma simultánea, 202 mil localidades en todo el País, que lo mismo incluyen aislados caseríos en zonas rurales, que grandes concentraciones urbanas.

La respuesta de la población del País durante estas dos semanas de trabajo intenso fue mayoritariamente entusiasta, a excepción conocida de reducidos grupos en desacuerdo con las políticas gubernamentales, que cerraron las puertas de su hogar en señal de protesta.

Por lo demás, se percibió un trabajo de equipo, entusiasta y participativo. Cerca de medio millón de personas colaboraron en labores de levantamiento, organización y supervisión, apoyo cartográfico y de captura y procesamiento de la información, para elaborar la fuente estadística más importante de que dispondremos, con el objeto de potenciar acciones y conducir acertadamente esfuerzos a principios del Milenio. Finalmente el censo es un recuento de personas y de sus condiciones económicas y sociales.

Se han dado cambios considerables en la población desde el último censo efectuado hace 10 años, muchos de ellos reflejo de diversas tendencias de población a nivel mundial, avaladas por la teoría malthusiana, que según opinión editorial del Wall Street Journal (8-7-99), se ha convertido en credo y ortodoxia oficial de la ONU y otras instancias internacionales, a pesar de no haberse cumplido por mucho, sus predicciones demográficas.

Las estimaciones sobre la población futura se basan en cálculos sobre la evolución de esperanza de vida y la regulación de las tasas de fecundidad. Según los posibles escenarios, la ONU establece tres variantes: alta, media y baja. Y desde que hace treinta años sonó el toque de alarma con amenazas de explosión demográfica, todas las proyecciones se han ido revisando a la baja. Se estimó que seríamos 7 mil millones de habitantes al llegar el 2000, sin embargo terminamos el siglo celebrando el nacimiento del habitante número 6 mil millones.

La fecundidad es el componente determinante de crecimiento demográfico. Fue a partir de los años 70, en época de...

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