Paz Fernández Cueto/ Familia y modernidad

AutorPaz Fernández Cueto

Como toda experiencia vital, la familia no ha permanecido al margen de las transformaciones sufridas por la sociedad las últimas décadas y en especial, a partir de la incorporación de la mujer al mundo laboral. Los cambios han ocasionado tal impacto, que no falta quienes se cuestionan seriamente si la familia sigue siendo el principio biológico de la existencia humana, y si ésta sigue permaneciendo como punto de referencia ético y fuente de la conducta básica del hombre. ¿Será que la familia se ha convertido en una institución obsoleta, desbordada por la modernidad?

Bajo esta perspectiva, reflejo del pensamiento de Anthony Giddens en su libro Un mundo desbocado, se abordó el tema de la familia durante un evento organizado por Mexfam, para celebrar paradójicamente, el "Día Internacional de la Familia". El planteamiento sexual y familiar tal y como aparece en Giddens, no es sino una enésima repetición de la llamada "cultura de la separación" o cultura dualista, que funciona separando y dividiendo en teoría, realidades vitales que se encuentran entrelazadas en la vida, tales como alma y cuerpo, ser humano y naturaleza, yo y el otro, mujer y varón, sentimiento y compromiso, sexualidad y procreación... y así sucesivamente. Con este telón de trasfondo ideológico comenzó nuestro conferencista diciendo: "Acercarse al tema de la familia es para algunos, saber que la experiencia familiar de sus hijos es distinta de la de sus padres y más afín a la de sus amigos; experiencia de juguetes divididos, experiencia sin tradiciones ni raíces..." "¿En qué sociedad vivimos?", se preguntaba, dándose a continuación una respuesta: "vivimos en una sociedad en la que todo lo que era concebido para permanecer unido se separa... el hombre no es necesariamente padre de familia, el marido no es el padre, el compañero de la esposa no es el esposo..." y así, poco a poco, a lo largo de la exposición, se iba desdibujando la idea de la familia espacio natural, identificándola más bien con ese "espacio conflictivo del nuevo mundo", espacio de "despotismo paterno o despotismo privado", de "amor corruptor", en donde todo son rivalidades como la supremacía del hombre contra la mujer, las rivalidades sexuales, los dobles códigos de conducta o los conflictos que surgen entre paternidad y maternidad solitarias. Sin embargo, continuaba diciendo el conferencista, "no hay que sentir nostalgia, con la sensación de haber perdido el paraíso del espacio perfecto de la familia...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR