Paz Fernández Cueto / México está en vergüenza

AutorPaz Fernández Cueto

Tenemos una deuda con la maternidad. Me refiero no sólo a las mujeres que felizmente dimos a luz, una o varias veces, sino a la inmensa mayoría cuyo nacimiento pudo haber sido un drama y, sin embargo, no terminó en tragedia. Podríamos pensar que éste es un problema superado, que ya no es como antes, que ahora con los adelantos médicos las muertes maternas, evitables la gran mayoría de las veces, son casos excepcionalmente raros. Tristemente no es así. Para más de medio millón de mujeres en el mundo, cada año el embarazo y el parto termina en la muerte y 10 millones más sufren lesiones o incapacidades a consecuencia de complicaciones presentadas durante el embarazo o el parto.

México está en vergüenza. Reducir la mortalidad infantil y mejorar la salud materna constituye un grave problema que no hemos logrado solucionar, estando aún muy lejos de alcanzar el cuarto y quinto Objetivos del Milenio propuestos por la ONU. No en balde el presidente Peña Nieto ha trazado metas altas para abatir esta tragedia nacional. Las mujeres se siguen muriendo al dar a luz o a causa de problemas relacionados con el embarazo, parto o post parto, y lo más absurdo es que se mueren no solo en las zonas apartadas que no cuentan con servicio médico, como en los Altos de Chiapas, en el Mezquital o en la Sierra de Guerrero. Se mueren en las zonas conurbadas de las grandes metrópolis, se mueren en ciudades cercanas a las nuestras.

Para el 2015, México se comprometió a alcanzar un rango de 22.3 medición internacional de muerte materna (RMM), sin embargo, la Secretaría de Salud en la información del boletín de vigilancia epidemiológica de defunciones maternas, semana 52, año 2012, reportó una RMM de 49.9. Faltan 27.6 puntos para alcanzar la meta fijada por la ONU, algo prácticamente imposible de lograr.

¿Por qué se mueren las mujeres en México? ¿Por falta de atención médica o control prenatal? ¿Por no haber suficientes hospitales que atiendan en su maternidad a las mujeres? ¿O quizá por abortos clandestinos con lo que pretenden algunos ocultar las verdaderas causas que subyacen a la muerte materna? No nos engañemos. Ciertamente faltan hospitales, clínicas y personal especializado en atención gineco-obstétrica, pero si analizamos detalladamente las estadísticas del Observatorio de Mortalidad Materna, descubrimos las verdaderas causas al constatar...

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