Paz Fernández Cueto / Y después del aborto... ¿qué?

AutorPaz Fernández Cueto

Son muchas las preguntas que quedan en el aire después de haberse legalizado el aborto antes de las 12 semanas en el Distrito Federal. Si realmente, como repetía compasivamente el discurso abortista, "ninguna mujer quiere abortar", éste se presenta como la no solución a los problemas que obligan a la mujer a tomar esta dolorosa decisión. ¿No hubiera sido más lógico atacar las causas del problema, sin tener que poner a la mujer contra la pared, forzándola a hacer lo que no quiere? ¿Qué sigue ahora por ver?

Si hablamos de salud pública, basta considerar lo que ha sucedido en otros países; ya se ve que somos especialistas en iniciar un camino cuando los demás vienen de vuelta. El Ministerio español de Sanidad y Consumo ha publicado su último informe sobre el aborto quirúrgico, en donde aparecen cifras que van en aumento cada año. No se nota en absoluto el supuesto efecto beneficioso en relación con la disminución del aborto adolescente, apuntado como objetivo en las sucesivas campañas oficiales de información sexual dirigidas a la población joven. ¿Cómo disminuir los índices del aborto cuando éste se presenta como oferta, cuando la adolescente sabe que su parto le va a costar, mientras que el aborto es gratuito? ¿Cómo evitarlo cuando no se están atacando las causas que obligan a la madre a practicarlo, como son el abandono, la incomprensión y la pobreza?

Lo cierto es que ahora las autoridades capitalinas tendrán que atender el aborto a petición y poner los medios para satisfacer la demanda. ¿Se podrá hablar de justicia social cuando nuestros impuestos van a ir a parar a clínicas abortistas mientras que en los hospitales públicos escasean medicinas e insumos indispensables para el tratamiento de enfermedades no provocadas? Ocasión ideal, por otra parte, para lucrar con el aborto en clínicas privadas representando un negocio redituable, como lo revelan estudios realizados en Estados Unidos, en donde el aborto se practica por una módica cantidad que oscila entre los 300 y 400 dólares.

¿Solucionará la legalización del aborto el verdadero problema que enfrentan las mujeres pobres? Quizá sea...

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