La paz ¡anhelo de todos!
| Autor | Comisión de Derechos Humanos del Estado de México |
| Páginas | 5-7 |
La paz ¡anhelo de todos!
El grado de violencia actual nos agobia de tal manera que siempre hay temor
de recibir alguna agresión sin haberla provocado, de ser víctima de una
injusticia. Por supuesto, no es complicado comprender que existen mejores
formas de convivir, de lograr la paz en cada ámbito de la vida.
Entonces ¿cómo se revierte la violencia para conseguir la paz? Muchos aún
consideran que eliminar la violencia es algo sencillo, sin esfuerzo y que
desaparece de un día a otro al igual que sus nefastas consecuencias, nada
más lejos de la realidad que esto.
La única forma de erradicarla es crear condiciones deseadas, es decir, para
rechazar la violencia, se tienen que orientar los esfuerzos para vivir de otra
manera y en una cultura de paz.
No obstante, aún cuando los seres humanos anhelamos la paz, no es tan fácil
conseguirla, debido a que implica un compromiso para que cada uno asuma
su papel, lo cual, de entrada propicia resistencia y apatía, pero que bien puede
solucionarse.
La apatía debe quedar de lado
Las actitudes negativas y de poca participación más comunes de lo que se
cree, deben quedar de lado para reconocer y cambiar a la violencia que reside
en nosotros. Lograr que los jóvenes empiecen a construir la paz desde sí
mismos y se conviertan en “Agentes de la Paz”, implica esfuerzos colectivos.
Resulta claro que la violencia es un problema que se nutre y expresa en
diversos espacios y no hay nada más efectivo que contar con personas que
renuncien a las expresiones violentas y fomenten la paz en cada lugar donde
se encuentren.
Una a sp ir ac ión un iv er sa l
Para lograr que la paz se instale en cada espacio donde nos encontramos es
preciso aclarar que esta condición no es lo contrario de guerra, sino que va
más allá y para materializarse requiere de la participación de toda la
humanidad a fin de lograr tres objetivos:
1. Satisfacción de las necesidades básicas de los seres humanos;
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