Paternidades posibles

AutorAlejandra Carrillo

Los padres están cambiando.

Ya sea por la crisis económica que obliga tanto a la mujer como al hombre en la familia a trabajar para equilibrar los gastos de una casa, o por la popularización de las demandas feministas de igualar las condiciones para ambos géneros, pero es un hecho que los padres están cambiando.

Cada día es más común ver a un padre integrado en la vida cotidiana de sus hijos y de su casa y renunciando a la figura tradicional, estereotípica, del padre que es solo proveedor de su casa, una figura de autoridad rígida y autoritaria.

Álvaro Ruiz, por ejemplo, es un diseñador de 45 años que decidió abandonar la vida en las agencias de publicidad para pasar más tiempo en su casa.

Es un padre involucrado en todos los aspectos de la vida en su casa: hace los desayunos, lleva a su hijo a la escuela, hace de comer, lleva al niño a sus entrenamientos y procura actividades recreativas para su familia por las noches.

Desde poco antes de la pandemia tomó la decisión de dividir su trabajo independiente con la vida doméstica. Con su esposa se reparten las tareas de la limpieza y las necesidades de sus dos hijos: dos adolescentes de 15 y 12 años.

"Es una gran satisfacción ser tan cercano a mis hijos, que sepan que pueden contar conmigo y ser testigo de cómo crecen, cómo van cambiando y formándose como seres humanos, es maravilloso", explica.

Ahora tiene un trabajo de medio tiempo que combina con sus otras actividades. Dice que involucrarse de lleno en las labores de crianza fue casi natural para él y para su esposa.

Esto le ha traído muchos aprendizajes.

"Con el tiempo, te das cuenta de por qué sucedían las cosas que le reprochabas a tu papás, vas entendiendo que no es por maldito lo que hacen", explica.

"Haces lo que crees que es mejor aunque probablemente no lo sea, entonces siempre tuve la idea de ser como un papá abierto que incluye y considera la opinión de sus hijos desde chicos, desde muy chicos le pedíamos opinión sobre sus cosas, evitando el autoritarismo, intentando no imponer las cosas y tratando de ser lo más ecuánime posible".

Álvaro recibe constantemente cuestionamientos sobre la decisión que tomó respecto a la crianza de sus hijos y a pasar más tiempo en casa.

Recibe comentarios incluso de gente cercana.

"A mí esos roles me dan tristeza, que en México el papá tenga que ser el que manda, solo el que mantiene, el que regaña. El que debe demostrar constantemente que es bien hombre. Es muy común que te cuestionen que no seas el...

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