Pata de Perro / La olla al final del arco iris
| Autor | Alonso Vera |
Lo que más atrae de un destino suele ser lo que hay. Su gente, su arte, su arquitectura o sus paisajes. Pero existen otros sitios en donde lo que no hay es tanto o más seductor, como Venecia, sin espectaculares estridentes, sin coches ni bocinazos, donde todos se trasladan a pie o en "vaporetto".
Otro gran ejemplo es San Francisco, donde lo que falta y no se extraña son los prejuicios. Y es muy difícil hallar otra ciudad así; un magnífico conglomerado de distritos particulares entre parques y construcciones victorianas, alimentados todos por el activo espíritu de sus movimientos sociales. Y en donde uno de los destinos más notorios y encantadores es Castro.
La cuna del "Gay Pride"
Fue aquí donde se estableció la primera organización seria en pro de los derechos de los homosexuales, allá por los años 50, y en donde una de las comunidades más unidas encontró su primer gran refugio en Norteamérica.
Pero no les fue fácil, ya que a finales de la misma década, el gobernador de San Francisco (famoso por su homofobia), George Christopher, inició un movimiento masivo que encontró poca resistencia; por lo menos al principio, ya que tras una serie de arrestos realizados durante un baile por la tolerancia en 1965, la percepción de los medios y la opinión pública cambió, apoyando el término de la cruzada. Fue entonces que el barrio de Castro se convirtió en el protagonista de la lucha por la liberación, aún cuando las ventanas de sus bares y restaurantes estuviesen entintadas.
Saliendo del clóset
Fue hasta principios de los 70 que la escena se descubrió a la luz de los transeúntes, y el Teatro de Castro se iluminó con su marquesina de neón rosada como el icono del lugar, albergando, al día de hoy, el festival de cine más importante de San Francisco.
El momento más emocionante de las funciones de cada tarde es, tal vez, la presentación de la película a cargo de una "drag queen", antes de que el organista haga temblar su Wurlitzer de tubos con la clásica tonada de "San Francisco", de la película protagonizada por Clarck Gable en 1906.
Sin embargo, a finales de los años 70, la comunidad sufrió un par de reveses. El primero fue el asesinato del primer supervisor de la ciudad, abiertamente gay, a manos de un policía. Y el segundo a mediados de los 80, cuando brotó la crisis del VIH y la gente, erróneamente, evitaba merodear por el barrio para no contagiarse.
Pero nuevamente la comunidad se levantó con movimientos como el "Shanti" y el "Stop Aids"...
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