Coordenadas/ Los pasivos invisibles
| Autor | Enrique Quintana |
Hay muchos adagios referidos a las estadísticas, pero uno de los más conocidos es el que dice que se parecen mucho a los bikinis: revelan casi todo y ocultan lo esencial.
En materia de contabilidad pública, las cifras a veces pueden ser engañosas. Todavía nos acordamos cuando se inventó el concepto de "déficit operacional", que eliminaba en los desembolsos del Gobierno, el componente inflacionario de los pagos de intereses y sólo sumaba el interés real. Así, las finanzas públicas parecían estar mucho mejor.
En los estados financieros que las empresas reportan cada trimestre, cada día son más los analistas que toman en cuenta sólo los indicadores que revelan la capacidad de generación de efectivo de las empresas, pues las cifras de utilidad neta que incluyen el llamado "costo integral de financiamiento", en realidad distorsionan la realidad económica.
En el caso de los bancos y grupos financieros, los números pueden ser todavía más complejos y las cifras de resultados en ocasiones pueden estar lejos de reflejar la salud financiera de estas empresas.
La confianza, a veces ciega en los números que arroja la contabilidad moderna, muchas veces nos aleja de la realidad.
Por eso, cuando vemos que la meta de la próxima administración es un déficit financiero de 0.5 por ciento del PIB, esto no necesariamente significa que vayamos a tener finanzas públicas equilibradas.
Déjeme ponerle un ejemplo. Imagine que para lograr ese resultado financiero se recorta una serie de gastos como el mantenimiento de las carreteras. A la vuelta de los meses o de los años, probablemente nos enfrentaremos con vías prácticamente intransitables. De cualquier manera, tarde o temprano, tendría que realizarse el gasto, sólo que cuando se hiciera, seguramente sería varias veces mayor al desembolso que se preveía originalmente.
En términos reales, lo que se estaba acumulando era un pasivo, que en algún momento tendría que pagarse con un impacto fuerte sobre el gasto.
En las finanzas públicas de México, hemos acumulado pasivos, no sólo porque se han pospuesto gastos e inversiones que a la larga se van a hacer necesarias, sino porque se han creado "pasivos invisibles" que podrían requerir en el futuro desembolsos muy cuantiosos.
Uno de los más comunes entre las sociedades modernas es el referido a la transición generacional. Hace 30 o 40 años, en sociedades como la mexicana, teníamos una fuerza laboral en la que había muchos jóvenes que ingresaban y muy pocos ancianos que...
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