Pasión por lo invisible

AutorSergio Raúl López

MEXICO.- Ser invisible y moverse entre otros seres invisibles ha sido el anhelo escondido de Sergio Pitol desde su infancia. Al descubrirlo, supo que además de tratarse de un mecanismo de evasión, le provocaba la sensación de que sus textos cercanos a la autobiografía se encontraban faltos de detalles y llenos de omisiones.

Con 70 años de edad, que celebrará con la publicación de "Palabra Escrita", sus obras completas editadas por el FCE, el autor poblano residente en Xalapa advirtió que se exigió un gran esfuerzo de concisión en las páginas introductorias del primer volumen que reunirá las obras "El Tañido de una Flauta" (1972) y "Juegos Florales" (1982).

En estas páginas busca explicar a través del recuento de los hechos sucedidos durante su vida, cómo la realidad se ha transmutado en literatura, evitando siempre el "pintoresquismo" o la crónica, rescatándola como una escenografía reinventada a través de la literatura.

Contemporáneo de Margo Glantz y de Juan García Ponce, Pitol recordó el año de 1961, cuando decidió vender las pinturas que poseía, así como los libros antiguos de valor, para emprender un viaje a Europa que planeaba duraría un par de meses y acabó en una prolongada estancia de 28 años.

"Estaba, sin darme cuenta, quemando mis naves", reflexionó.

Tanto las novelas...

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