Pasión por la danza le cambia el apellido

AutorVicente Guerrero

A María Teresa Fuentes le corre la danza por las venas; tanta, que poco a poco, su nombre cambió por el que ahora todo mundo conoce: Tere Ballet.

Esa fuerte inquietud por el arte del movimiento que nació desde que era pequeña, a los 8 años, hizo que su hermana María Eugenia Fuentes, 10 años mayor, no tuviera más remedio que sucumbir ante sus deseos de acudir a sus clases de danza con el maestro Xavier Garza Galindo.

Sus primeros pasos en el arte del movimiento destacaron al grado de que le ofrecieron una beca para estudiar en el Palacio de Bellas Artes, con la primera bailarina de la Compañía Nacional de México, Laura Urdapilleta.

"Cuando bailo o cuando creo una coreografía siento que todo mi cuerpo vibra, es un temblor que no puedo controlar, y así sigue latente después de 35 años como maestra; la emoción es de gozo, indescriptible", comenta la maestra y coreógrafa.

Su sueño de ser bailarina se cumplió muy rápido, pero fue muy corto, señala; cada vez más se repetían los cursos, seminarios y la idea de ser maestra llegó sin esperarlo hasta concretarse en septiembre de 1968.

Fue así como la capacitación se multiplicaría en la Escuela de los Hermanos Soler, en la Ciudad de México; en Bellas Artes de San Luis Potosí; en la Casa de la Cultura de Aguascalientes, y hasta en San Antonio.

"Nunca pensé ser maestra, pero Monterrey era una ciudad desierta de escuelas y conservatorios, tomé la decisión de la docencia y no me equivoqué; añadí un apellido a mi nombre: Tere Ballet", comenta la coreógrafa quien en 1975 tomó las riendas del estudio iniciado por su hermana María Eugenia.

Sus pasos no sólo se dieron en la danza; en 1969 fue reconocida como Señorita Nuevo León por su belleza, certamen en el que obtuvo el título de Señorita Simpatía.

La televisión la reclamó como una figura de aquella época; se recuerdan programas como "Mosaico mexicano. Súper Show", como bailarina en 1965 y como conductora en "El mundo de los niños", en 1971, en el Canal 6.

Las temporadas en el Teatro María Tereza Montoya y en el Teatro Monterrey del IMSS marcaron una época en la carrera de Tere, quien compartió el escenario con su hermana mayor.

"Tere tomó la academia con mucho amor en 1975 y desde entonces ha sido un proyecto independiente que ha permanecido y cada vez se fortalece más", señala María Eugenia.

Tere se siente satisfecha de llegar a esta etapa en la que se recogen frutos, pero sabe que la tarea no termina ahí.

Su...

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