Un paseo frustrado

AutorCrónica Francisco Benavides

El puente que por casi 30 años había servido como único acceso carretero a uno de los centros turísticos preferidos por los regiomontanos se convirtió este fin de semana en el principal obstáculo para salir de la Isla del Padre.

Tras la destrucción y caída de una parte del "Queen Isabella", los vacacionistas del área metropolitana de Monterrey tuvieron que cambiar sus automóviles particulares por botes pesqueros y autobuses, algunos escolares, para regresar a sus hogares.

La mañana del sábado, como cualquier otra cuando se está de vacaciones, Jovita Martínez se preparó su café y encendió su televisor mientras algunos canales transmitían las últimas novedades de los trabajos de rescate en Washington y Nueva York, pero de pronto otros anunciaban la caída del puente más largo de Texas.

"Al principio no sabíamos ni qué onda", comentó Martínez, "pero luego nos dimos cuenta que era aquí en la Isla y que iba a haber algunos problemas".

Su esposo, Pedro Barraza, intentó hablar a Monterrey cuando se enteró de los hechos, pero las líneas telefónicas se habían caído y los celulares fallaron.

"No me lo vas a creer, pero sentí lo mismo que lo del terremoto del 85, porque no me contestaban y en las...

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