Pasean por la estampa alemana
| Autor | Eduardo Salgado |
La muestra Lubok, Gráfica contemporánea y libros de artistas de Leipzig, que se presenta actualmente en el Museo Nacional de la Estampa de la Ciudad de México, no debe pasarse por alto. Los jóvenes artistas de Leipzig abanderan la gráfica del siglo 21 con su propuesta inspiradora que cumple el objetivo secular del arte de la estampa: llevar el placer visual a gran número de personas. Aquí se puede gozar del placer de la contemplación del papel fino y sus texturas cautivantes. El recorrido de las líneas y manchas que conmueven. Sólo falta el delicioso aroma de las tintas, que ha quedado atrapado por el excelente trabajo museográfico de enmarcado.
En la actualidad, en la ciudad alemana de Leipzig, lugar de una enorme raigambre del cultivo de la estampa, ha surgido la Editorial Lubok Verlag, enfocada en la producción de libros de contenido gráfico que reúnen el trabajo de toda una constelación de artistas locales productores de grabado en diferentes técnicas, y que al mismo tiempo coadyuva a la producción de esos mismos grabados en gran formato para su venta como productos artísticos. Christoph Ruckhäberle, fundador de esta casa, es quien retoma el viejo modo ruso de impresión a bajo costo de imágenes artísticas y quien lo pone al día mediante esta editorial.
"Como en aquel tiempo, el arte debe estar disponible para amplios sectores de la población, debe ser democratizado, sin perder el placer de su color, de su tacto y su olor original", ha expresado Ruckhäberle, quien es además curador de la muestra en el MUNAE.
Las características más sobresalientes de la exposición son su variedad temática y su gran calidad técnica y artística. Estamos ante una muestra de grabados de una enorme gama de estilos propuestos por artistas jóvenes y consagrados, que ha recorrido Europa y Estados Unidos y que ha ubicado a Leipzig como un punto de referencia en materia de maestría gráfica.
Un artista como Christoph Feist nos remite al estilo Lubok ruso original, sólo que puesto al día en el siglo 21, con un dibujo preciso y un tanto naïve e ilustrativo. André Butzer es capaz de hipnotizar al visitante usando tan sólo una tinta de serigrafía en color plano y brillante en cada cuadro, y hacer danzar la mirada en vaivén por la superficie de papel. Volker Pfuller es capaz de invocar el buen humor y hacernos sentir dentro de un libro infantil ilustrado. Alexander Tovborg hace magia a partir de lo más simple con sus linograbados: contrastar un hermoso color de papel con...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba