Pasea entre islas misteriosas
| Autor | Esther González Jacques |
Enviada
CAYO GUILLERMO, Cuba.- A 30 minutos de Cayo Coco, por otro terraplén cubierto de verdor, se ubica Cayo Guillermo, en una zona que también es conocida como Jardines del Rey. Y no es para menos que reciba esta denominación, pues al hallarse en un espacio indemne rodeado de naturaleza, el visitante puede sentirse como un miembro más de la corte real.
Desde la Marina Marlin, de Cayo Guillermo, parten los yates que durante dos horas recorren el sector, atravesando aquel paisaje donde sólo se observan islas desiertas con manglares. Se dice que en ellas aún se encuentran tesoros escondidos por los piratas que rondaron la zona en el siglo 16.
De vez en cuando, el color turquesa del mar invita a los paseantes a lanzarse a él para refrescarse y disfrutar de su quietud; en estos chapuzones es fácil encontrar estrellas de mar y caracoles que pueden agarrarse para sentir su rugosa textura.
Por ser parques naturales, llevarse cualquier elemento es un delito.
Y aunque se está en mar abierto, es poco probable que se acerquen los tiburones azul, martillo y gata que habitan la región, pues son espacios de poca profundidad y seguros para nadar.
El trayecto en la embarcación incluye refrescos y la cerveza local: Bucanero, así como la música que adereza con sones cubanos y la tan sonada canción, por aquellos rumbos, de ritmo conga: La mujer del carnicero.
El navío hace una parada en Playa Pilar, donde se experimenta aquella sensación del náufrago que arriba a una isla totalmente deshabitada; su arena es como talco y la necesidad de tener unos lentes de sol a la mano es inevitable, ya que tanta claridad impide mantener los ojos abiertos.
En este litoral de Cayo Guillermo sólo hay unas pequeñas palapas donde se disfruta de un buffet de mariscos, frutas, ensaladas y postres preparados con los ingredientes que provee la isla (coco y piña, principalmente).
El resto del tiempo se pasa en los camastros mientras un trío con guitarra, maracas y bongó le recuerda al viajero que "la vida es un carnaval", que se sufre con "lágrimas negras" y que de vez en cuando se pueden bajar un "montón de estrellas".
Con la sazón del mar
Sal, arena, algas y demás componentes que proporciona el Caribe, son los elementos que utiliza el Centro de Talasoterapia de Cayo Coco para proporcionar sus tratamientos de belleza y relajación.
Este spa ofrece diversos paquetes que incluyen masaje, reflexología, fangoterapia y baño en tinas de uva y leche.
Los terapeutas estudiaron las técnicas...
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