'Pase por el escáner'

AutorJosé Antonio Chávez

Bajas del avión en Houston, un poco preocupado porque tienes 45 minutos para tomar tu conexión hacia México. Haces fila para los trámites de migración, muestras tu pasaporte, colocas la mano en un sensor; la rutina hace que tus movimientos sean casuales. Te diriges a la salida, cuando te interceptan dos personas con traje, que te invitan a acompañarles. Aún no lo sabes, pero te esperan varias horas de interrogatorios antes de que descubran que tu único pecado es que las líneas de tu mano y tu rostro se parecen a las de un conocido contrabandista.

Has sido víctima de lo que se conoce como en "falso positivo", uno de los problemas con la tecnología biométrica que poco a poco se va introduciendo en muchos aspectos de la vida cotidiana, y que ya está en uso pleno en los aeropuertos estadounidenses.

La biométrica -etimológicamente, la "medición de los seres vivos"- es una ciencia relativamente nueva cuyo objetivo es lograr que las computadoras sean capaces de reconocer con certeza a cada persona con base en sus características únicas, como la huella digital, las facciones o las señas de sus ojos.

Esta tecnología se encuentra en un momento muy particular de su existencia. A pesar de que, en opinión de muchos, aún no está madura para su uso generalizado, las circunstancias mundiales -específicamente, la obsesión por la seguridad exhibida por el gobierno estadounidense- la han forzado a un desarrollo precipitado, y a ser instalada en muchos sitios de manera que, a decir de numerosos críticos, no es muy eficiente.

Existen varios tipos de medición que pueden usarse para la biométrica. Los que la mayoría conoce, como la huella digital, la geometría de la mano y el análisis de los ojos, son también los que presentan mejor eficiencia hoy. Otros proyectos, en los que se trabaja intensamente, encierran promesas; por ejemplo, el reconocimiento de rostros, aún atrasado, podría permitir en un futuro reconocer a delincuentes a través de cámaras de vigilancia, sin necesidad de aproximarse a ellos.

¿Para qué sirve?

Hoy por hoy, la aplicación "consentida" es, sin duda, la seguridad. La biometría, tal y como se usa en aeropuertos, podría servir para reconocer a delincuentes o terroristas antes de que aborden un avión -suponiendo, claro está, que los datos del sospechoso estén ya capturados en la base de datos. Muchas empresas también utilizan sistemas biométricos para restringir el acceso a ciertas áreas, y para verificar la asistencia de empleados.

Pero eso no...

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