Pásale a mi cocina / Da rienda suelta a tu creatividad
| Autor | Paty Bichara |
¡Hola! ¿Cómo les ha ido? Qué días estamos viviendo, ¿verdad? Después del puente "influenzoso" al inicio del mes, entramos en una nueva realidad que llegó para quedarse por buen rato. Hay que cuidar y apreciar más nuestra salud, procurando estar tranquilos, pues no tiene caso angustiarnos de oquis.
Hoy es Día del Maestro y lo que me viene a la mente es la palabra "vocación", que es lo que se necesita para trabajar con buen ánimo y espíritu de servicio, particularmente en actividades como la docencia, la medicina y hasta la cocina.
Ahora que está de moda la carrera de chef, quienes la ejercen saben que es un trabajo duro, intenso, estresante, pero muy satisfactorio, sobre todo cuando se tiene el apoyo familiar, ya que el horario de labores, sobre todo en la noche y los fines de semana, redunda en menos tiempo para dedicar a la convivencia con la pareja y los hijos.
Los días que hubo "descanso obligatorio", como no había mucho a dónde ir, los aproveché para leer y experimentar nuevas recetas de cocina. Pienso que si una flor puede inspirar un poema y un atardecer puede plasmarse en una pintura o fotografía, así puede el trabajo en la cocina dar rienda suelta a la creatividad.
A raíz de mi reciente viaje a China -justo antes de las restricciones impuestas por el virus de moda- quedé ávida de recrear en mi hogar los sabores exóticos y las combinaciones que degustamos en ese país, algo que antes no me hubiera imaginado, pues no era fan de la comida china, pero son infinitas las posibilidades que se presentan cuando nos apartamos de la rutina, abriendo nuestra mente y disponiendo nuestro ánimo para aprender cosas nuevas.
Ayer me atreví a preparar unos "scallion pancakes" (panecitos rellenos de cebollín y ajonjolí), que es comida del pueblo en China, donde la venden en cada esquina. La verdad, no le entendía muy bien a la receta, pero me aventé a pesar de que mi hija dijo que no se le antojaban y que no los iba a probar. ¡Famosas últimas palabras! Quedaron muy sabrosos, todo mundo comió y no sobró ni uno.
Me llamó mucho la atención que en la receta para la masa se pide solamente harina y agua de la llave, no sal, no levadura, debiéndose preparar un día antes para dejarla reposando en el refrigerador toda la noche. Quedó rica la masa, delgada y tostadita; al relleno, en vez de pura cebolla y ajonjolí, le agregué hongos shiitakes, jengibre y ajo picado, y utilicé Jerez en lugar de un ingrediente que no tenía: vino para cocinar llamado shaoxing. El...
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