Pasado y futuro
| Autor | Alberto Bortoni |
ENVIADO
MONTEREY.- El mundo cambia rápidamente y las cosas obsolescen rápidamente.
Pero en la industria automotriz, como en ninguna otra, las cosas que sirvieron en el pasado siguen siendo apreciadas, usadas y atesoradas por un grupo de entusiastas como los que anualmente se reúnen en Monterey, California, para celebrar a los autos de antaño.
El Concours d'Elegance es el evento de mayor prestigio en América en temas de autos clásicos y entre los dos o tres mejores a nivel mundial.
Este año, el premio de Best of Show fue para un modelo Isotta Fraschini; un auto italiano de los años 20 con un diseño de carrocero alemán.
Este año se celebró también una marca con gran tradición, DuPont.
Miembros de la familia DuPont, entre otros coleccionistas, participaron con diversos modelos, todos en perfectas condiciones de conservación o restauración.
El diseño es tan importante en un auto como su mecánica y se pudiera pensar que en la década de los 50, ya con modelos de producción masiva, la originalidad en los autos hubiera cesado. Nada más lejos de la realidad.
Los 50 es la década de los hot-rods y California era la cuna para una nueva industria y una nueva actividad artística, los modificadores de autos.
El Concours d'Elegance, en esta edición celebró a un segmento específico de estos hot-rods, los Mercury.
Estos autos, modificados para darles un aspecto generalmente más deportivo, eran de cierto modo la referencia.
Incluso, en exhibición estuvo el auto de James Dean en "Rebelde sin Causa", un Mercury negro con líneas más limpias y con menos cromo.
Pero los autos no son sólo para transportarse con lujo o estilo; los organizadores y los participantes en un evento como éste lo saben y hay clases especiales para los modelos deportivos.
En los autos deportivos de los 50 se creó una clase especial para los Ferrari que corrieron en las carreras de Pebble Beach, una competencia que se llevaba simultáneamente con el concurso de la elegancia en esa época. Las carreras duraron poco, de 1950 a 1956.
Los dos enemigos más fuertes de Ferrari en la década de los 60, Ford y Shelby, también fueron celebrados a través del Shelby GT350. Shelby no era un extraño para esta zona, incluso fue él quien ganó la última carrera en 1956, conduciendo precisamente un Ferrari. El GT350...
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