Pasa Huautla del mito a la ingobernabilidad
| Autor | Luis Alegre |
MURAL / Enviado
HUAUTLA, Oaxaca.- En Huautla hay una docena de policías municipales desarmados. Un piquete de efectivos de la Policía estatal se pasan el día recargados en la pared de la única agencia del Ministerio Público. Los de la Ministerial nada más se dan sus vueltas pero no se bajan.
La alcaldía está abandonada -tiene un candado en su portón principal- y hasta hace unos días estaba en manos de la oposición. El administrador nombrado por el Gobernador José Murat se aparece lo menos posible en público y la única obra municipal que avanza es la reparación de un enorme bache en la calle principal. Y las disputas políticas, como ha quedado claro esta semana, se arreglan a golpes y balazos.
Huautla es, lo que se dice, un pueblo patas para arriba, o como dicen los propios policías: un pueblo sin ley.
El 17 de septiembre del año pasado, los integrantes del Frente Unico Huautleco (FUH), tomaron la presidencia municipal exigiendo la salida del edil.
Ese fue el principio del caos. Vinieron meses de jaloneos y enfrentamientos entre priistas y opositores, de bloqueos a las obras que realizaban las autoridades, de intercambio de amenazas y recados entre las autoridades estatales y la gente del FUH.
Salió el edil priista Camilo García y tras él han desfilado tres administradores que el gobierno estatal ha designado.
Hace una poco más de una semana, el Mandatario no pudo llegar al pueblo a inaugurar la semana de María Sabina porque los opositores se lo impidieron.
El martes anterior, ellos mismos trataron de evitar que entrara el candidato del PRI a la gubernatura, Ulises Ruiz. Finalmente entró, pero eso costó un muerto, casi 20 lesionados y el ensanchamiento de las diferencias.
Todo este largo conflicto, según el PRI, comenzó porque se afectaron los intereses de un grupo de taxistas, precisamente los que hoy día son la base del FUH. Estos últimos atribuyen el origen de los problemas a la corrupción de los últimos alcaldes tricolores.
Los pocos empresarios del pueblo lo achacan a la falta de aplicación de la ley por parte del gobierno estatal, tanto para atacar la corrupción, como para evitar los desmanes.
Para el caso es lo mismo. La ingobernabilidad es la marca de la casa. El agente del Ministerio Público Juvencio Flores ironiza cuando se le pregunta sobre quién gobierna. "En teoría había un administrador que mandó el gobierno estatal, pero los del Frente eran los que decían qué sí y que no. Después del enfrentamiento ya no sé", explica con una...
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