Partidos opositores y sociedad civil

AutorSergio Aguayo Quezada
Páginas253-292
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VIII. PARTIDOS OPOSITORES Y SOCIEDAD CIVIL
Fueron años de efervescencia al interior de los partidos y de la ciu-
dadanía. En 1985 la capital fue herida por un sismo y la “sociedad
civil” hizo su aparición en la vida pública. Ese episodio marcó el
principio del  n del dominio político que el PRI tenía sobre el Distrito
Federal.
En 1986 el gobierno de Miguel de la Madrid cometió un fraude en
Chihuahua. El PAN movilizó a sus bases y recibió el respaldo de la Igle-
sia católica, los empresarios y buena parte de la intelectualidad. Durante
aquellas protestas se sentaron las bases para un entendimiento entre iz-
quierda y derecha que provocaría la derrota del PRI en las presidenciales
del año 2000.
EL SISMO DE 1985
Inicio esta sección con un pliego de la Coordinadora Única de Damni -
cados. Su exigencia de participar en las decisiones que la afectaban era
parte integral de la agenda del cambio.
Pliego de demandas presentado por la Coordinadora Única de Damni ca-
dos al presidente de la Republica.
México, D. F., a 26 de octubre de 1985.
C. LIC. MIGUEL DE LA MADRID,
Presente.
Nos permitimos informar a usted, con todo respeto, que el jueves próxi-
mo pasado nos reunimos en Tlatelolco los representantes de 28 organiza-
ciones de colonos y damni cados y acordamos constituirnos en una coordi-
nación unitaria que nos permita conjugar nuestros esfuerzos, conocimientos
y experiencias para poder plantear en forma más amplia propuestas y de-
mandas generales que sirvan de base para la solución de los problemas
espe cí cos de cada zona y que nos permita concretar, al mismo tiempo, la
necesaria participación de la sociedad civil en el proceso de reconstrucción
nacional, en la inteligencia de que buscamos consolidar una organización ciu-
EL REACOMODO DE LAS FUERZAS POLÍTICAS, 1982-1987
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dadana que sirva como legítimo conducto de participación en las tareas de
la vida nacional más allá de la reconstrucción misma.
En consecuencia con lo anterior, presentamos a usted el siguiente plie-
go coordinado de demandas emanado del sentir y necesidades de nuestros
representados:
I. RECONSTRUCCIÓN DE LA CIUDAD DE MÉXICO
1. Participación de las organizaciones representativas de colonos y dam-
ni cados en todas las comisiones, comités y diferentes instancias de recons-
trucción.
[…]
V. DE LAS ORGANIZACIONES CIUDADANAS
1. Respeto y apoyo a las organizaciones representativas de las diferen-
tes comunidades.
2. Participación de estas organizaciones en la toma de decisiones so bre
el futuro de las zonas donde se asienten.
3. Otorgamiento de garantías sobre la integridad moral y física, per so-
nal y familiar de los representantes vecinales, en un claro compromiso por
parte del Estado para no reprimir, coaccionar o atentar contra quienes han
recibido la encomienda de ser portavoces del sentir y opinar comunitarios.
[…]
“Pliego de demandas presentado por la Coordinadora Única de Damni ca-
dos al presidente de la República”, 26 de octubre de 1985, Revista Mexicana
de Sociología, núm. 2, abril-junio de 1986, pp. 293-297.
[Completo en DVD]
Carlos Monsiváis escribía desde los años cincuenta sobre las transforma-
ciones sociales. Esa cercanía le permitió entender con una gran claridad
que la movilización social que causara el sismo mostraba la fragilidad del
gobierno y de los partidos. El lector debe tener en cuenta que las crónicas
aquí incluidas las fue elaborando Monsiváis durante aquellas jornadas de
septiembre de 1985.
[…] A las diez de la mañana del 19, el Presidente hace un llamado al pue-
blo de México “para que todos hagan lo que tienen que hacer, que cuiden
sus intereses y auxilien a sus semejantes. Que todos vayan a sus casas”.
PARTIDOS OPOSITORES Y SOCIEDAD CIVIL
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Ese día y el siguiente altos funcionarios y locutores de radio y televisión lo
repiten cada cinco minutos: “No salgan de sus casas, quédense allí, ¿a qué
van a los sitios del desastre? No contribuyan a la confusión. No se muevan”.
En vez de hacer caso y recluirse, la gente interviene subsanando las limita-
ciones gubernamentales y, en tareas de hormiga, aprovisiona albergues, or-
ganiza la ayuda, recompone hasta donde se puede la  uidez citadina. Esto
salva vidas, compensa psicológicamente a la población y le facilita a los
habitantes del DF entender los alcances del terremo to. De otra manera,
se hubiese dependido en lo fundamental —en un país donde se lee tan
poco— de las perversiones del rumor y de las argucias de la información
televisiva.
[…]
El reordenamiento social es inesperado. Los vecinos acordonan los si-
tios en ruinas y las amas de casa preparan comida, pero son los jóvenes
quienes llevan el peso de la acción, obreros y jóvenes de la UNAM, aprendices y
estudiantes de la Universidad Anáhuac, desempleados y preparatorianos,
chavos-banda y adolescentes de los Colegios de Ciencias y Humanidades, de
las vocacionales, de las escuelas técnicas […] Han crecido encajonados por
el consumismo, la inhabilitación ciudadana, los reduccionismos ideológi-
cos que ven en la juventud un campo de la banalidad. Se les ofrece de pronto
una elección moral y la asumen, una oportunidad organizativa y la apro ve-
chan. No se consideran héroes, pero se sienten incorporados al heroísmo
de la tribu, del barrio, de la banda, del grupo espontáneamente formado, de
la ciudad distinta.
[…]
Pero los voluntarios son muchos y esto es en sí mismo incentivos y jus-
ti cación. Ya el 20 de septiembre hay en la calle cerca de 150 mil brigadistas
entre los quince y los veinticinco años. Sólo en la delegación Cuauhtémoc
se registran 2 500 brigadas. La primera intervención de estos jóvenes en la
vida nacional es a golpes de pala y pico.
[…]
El estilo burocrático no inspira y a los Secretarios de Estado —en la
cercanía de la tele— se les ve alejados emotivamente de los problemas que,
además, parecen ignorar. La con anza en los procesos autogestionarios
se esparce, y las autoridades lo resienten. El sábado 21 el regente Ramón
Agui rre censura la dispersión de los voluntarios y el lunes 23 el gobierno emi-
te la consigna: normalización, es decir, regreso a las fórmulas de obediencia
in condicional. Dejan de ser gratuitos los servicios públicos, y el secretario de
Protección y Vialidad, general Ramón Mota Sánchez, invalida todas las car-
tulinas, mantas, franelas y “burbujas” (luz intermitente con sonido de sire-

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