El Parque de mis recuerdos

AutorHéctor Linares

Fieles testigos de los momentos más importantes que se dieron en el Parque del IMSS, antes Delta y ahora simplemente conocido como Parque capitalino los vendedores que entregaron gran parte de vida y su trabajo como parte importante de la . esta beisbolera, mostraron su tristeza por tener que abandonar la que consideran su segunda casa.

Nadie pudiera imaginar las jornadas históricas que en ese inmueble se vivieron sin las pepitas que compraba uno antes de entrar, sin el refresco o la cervecita, peor aún, sin los clásicos tacos de cochinita; gente tan importante como el recogedor de pelotas, el mismo taquillero y hasta el que arregla el campo, todos ocupando un lugar estratégico en el "orden al bat ".

'Un boleto por favor'

Quienes acudieron alguna ocasión al Parque de beisbol seguro lo deben recordar. Serio, de pocas palabras y efectivo para despachar, José Aguilar Vargas, es el taquillero con más años trabajando en ese estadio.

"Nada mas llevo 38 años como vendedor de boletos ", comenta Aguilar, con cierta sencillez. "Pero de trabajar en el Parque son 46 años con éste ".

Muchos recuerdos pasan por su mente, desde aquellos entradones que se daban en la época dorada del beisbol, hasta los días solitarios en donde con mucho esfuerzo apenas vendía 80 boletos.

"Lo que nunca voy a olvidar fue el día que inició la huelga de jugadores, porque el estadio ya estaba lleno y tuvimos que devolverle el importe de las entradas a los aficionados ".

Vivió muchos llenos, como en la Final del año pasado entre los Diablos y Tigres, que de seis juegos, en cinco se agotaron los boletos con anticipación; pero en su opinión, la mejor entrada fue cuando se presentó Fernando Valenzuela con los Charros de Jalisco.

"Era un gran ídolo de los aficionados y llegaba de jugar en Grandes Ligas, la expectación era enorme, los boletos se agotaron en poco tiempo ", recordó.

Mencionó que un equipo que nunca pudo despertar el interés de los aficionados fue Poza Rica, ni en los tiempos en donde el beisbol vivía sus mejores momentos.

Apoyado ahora en la modernidad de una computadora para realizar su trabajo, dijo que afortunadamente nunca sufrió un asalto.

Pepitas, chicles, garapiñados...

Doña Celerina Araiza tiene 65 años y más de 40 como vendedora de botanas en este estadio. Las consentidas de los aficionados al beisbol, según comenta, son las pepitas.

Desde niña comenzó con una pequeña caja, en donde discretamente ofrecía sus productos, pero ahora ya cuenta con un permiso de la...

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