Entre Paréntesis / No es el Paraíso

AutorDavid Martín del Campo

BALLETO, María Madre.- Dos alambradas de púas las protegen. Es la sección Reguilete y, a pesar de ellas, el edificio donde duermen y laboran resulta visible. Son las reclusas en Islas Mujeres y alguna, a nuestro paso; alza una mano. Nadie en sus cinco sentidos intentaría burlar esa barrera de espino. Son 194 "internas", la mayor parte homicidas de maridos que se quisieron pasar de listos.

El avión despegó a las 7:45 y no se puede llevar ropa color caqui (el uniforme de los convictos) ni cámaras ni celulares. No es un viaje de recreo, nos advirtieron, pues son 2 mil 900 internos que nada tienen de inocentes. "No se alejen de los custodios".

El convoy se detiene de pronto. Hay algo delante del autobús y nos dirigimos al parabrisas. Una boa atraviesa el camino, tan gorda como una pierna, y se pierde entre la maleza. Cuentan que hace diez años, en pleno foxato, vino una comitiva del Fonatur. Iba en serio lo de transformar el archipiélago en emporio turístico. "Si allá cerraron Alcatraz, ¿por qué acá no?" Tres complejos hoteleros distribuidos a lo largo de los 55 kilómetros de litoral... piscinas, 700 habitaciones, bares y jacuzzis.

-A propósito, ¿dónde están los pozos? -preguntó un visitante, y con toda la pena del mundo le debieron responder. "No tenemos agua; un barco cisterna la surte cada mes".

-Ah, ¿no hay? -y el agua, paradójicamente, salvó a las Islas Marías.

Cuando José Revueltas pisó por primera vez este presidio tenía 17 años. Era 1931, fue liberado meses después y a los dos años retornó por instigar una huelga de peones agrícolas. De todo ello escribiría su deslumbrante novela, Los muros de agua, cuando tenía 26 años. Fue un homenaje a la gente que resiste la soledad del aislamiento. Las Islas Marías deben mucho a ese monumento literario.

En la plaza central hay una cancha de basket y ahí se efectúa la ceremonia de bienvenida. La comitiva está formada por 40 personas, incluida Olivia Revueltas, pianista hija de José. Hay honores a la bandera y se canta el Himno Nacional sin la dulzura patriótica de los patios escolares. Después Olivia devela una placa de bronce donde un...

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