Pareceres / Bianchi dijo basta

AutorGuillermo Gasparini

"Conclusión de un proceso futbolístico en el cual hubo confrontación abierta entre los defensores de las virtudes del equipo y su eficiencia, y los que eligieron medirle los éxitos a Boca por la suerte celestial de su entrenador. Cierre de una etapa estelar y apertura de otra con modificaciones profundas", escribió un columnista del diario Clarín un día antes del borrascoso domingo en el que a los xeneizes se les borró la sonrisa. Canalizaba de ese modo, el periodista, algo que había sido vox pópuli en toda la semana previa. Pero nadie muere en las vísperas: Carlos Bianchi se fue a su modo, informándoles de su decisión a dirigentes y a jugadores el domingo bien temprano, y también atendiendo por teléfono a los periodistas, pero disculpándose correctamente por no poder realizar declaraciones concretas.

Nunca fue Bianchi amigo de las confesiones muy íntimas. No le anticipó a nadie su conducta cuando en septiembre de 2001 provocó la ira del presidente Mauricio Macri al anunciar su primera partida -por no poder ponerse de acuerdo en las cifras del contrato- varios días antes de la finalización del vínculo. Desde entonces hasta que a comienzos de 2003 inició su segunda etapa boquense, el Virrey le escapó a todo tipo de entrevista. Incluso se la negó a los más fieles amigos. Y ni aún cedió en esos meses en los que estuvo en tratos con la Federación Mexicana de Futbol, para finalmente rechazar la oferta de hacerse cargo de la selección Tricolor. Ahora mismo prefirió cerrar su última conferencia de prensa como conductor del equipo auriazul con un enigmático y poco claro comentario: "Phil Jackson, el técnico de los Lakers, perdió una primera Final y ya quiere largar..." Y no menos de 72 horas después le declaró a la agencia de prensa oficial argentina, que "me voy de Boca porque creo que es la decisión más acertada para el bien del club. Agradezco a toda la parcialidad por el poyo incondicional que aún hoy sigo recibiendo y el afecto que me brinda, y a los dirigentes, porque siempre pude trabajar con total tranquilidad y sin ninguna clase de problemas en este año y medio. Muchas gracias a toda la familia boquense y felicidades".

Todo tan medido como contundente. Al día siguiente partió hacia Perú, desde donde transmitirá sus impresiones de la Copa América para una cadena televisiva mexicana. Pero no hay que esperar que en ese retorno a las funciones periodísticas resuelva transgredir su costumbre: ya se mostró hermético sobre asuntos personales en...

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