Pareceres / Argentina también importa jugadores
| Autor | Guillermo Gasparini |
La primera fecha del Clausura argentino mostró la novedad de destacar a cuatro debutantes extranjeros como las figuras de tres de los encuentros: el paraguayo Gustavo Morinigo (27 años), autor del gol definitorio de Argentinos Juniors ante Racing, en la primera pelota que tocó; el uruguayo Gonzalo Vargas (23), anotador del segundo tanto de Gimnasia ante Almagro; el peruano Juan Cominges (21), presente en el marcador en el empate parcial entre Colón y River; y el uruguayo Carlos Diogo (21), el protagonista más destacado del victorioso River en ese encuentro. Además, ofreció una buena presentación en Boca el lateral brasileño Baiano (26). Y ratificaron sus virtudes los ya conocidos Giovanni Hernández (colombiano, 28), el arquero paraguayo Justo Villar (27) y el chileno Milovan Mirosevic (24).
Todo un abanico de foráneos en un futbol eminentemente exportador de talentos, y que si bien siempre los ha tenido en su liga, nunca lo hizo en semejante cantidad. En este momento hay 53 extranjeros enrolados en los equipos de primera división y muchos más en las siguientes dos categorías de ascenso, el Nacional B y la primera B metropolitana. Y llama la atención la cantidad, porque ni siquiera en la década del 90, con la paridad del peso con el dólar, se llegó a ese número. Y en este momento, de moneda devaluada, pareciera que no es el adecuado para realizar semejante proceso de importación.
Es cierto que el globalizado mundo del futbol moderno prácticamente borra las fronteras y ya es común ver en equipos europeos -de Inglaterra, España, Italia, Holanda y Portugal, principalmente- a jugadores provenientes de los más diversos orígenes. En muchos casos superan a los propios naturales. El Villarreal de España y el Inter de Italia, por ejemplo, albergan a nutridas legiones argentinas. También en México es habitual la presencia de foráneos y no extraña, por caso, que los líderes goleadores de los últimos certámenes -en la liga mayor y en Primera división- hayan sido también argentinos.
Lo que sorprende es que se dé el caso al revés, con un mercado exportador pero bien nutrido de extranjeros. Los 53 se reparten en 14 paraguayos, 14 colombianos, 12 uruguayos, 4 chilenos, 3 brasileños, 3 peruanos, 2 venezolanos y 1 boliviano. Desde el nacimiento del futbol profesional por estos lares, en 1931, fue siempre constante la llegada de jugadores de los países limítrofes (Uruguay, Paraguay y, en menor medida, Brasil). De Colombia, hasta los 80, casi no hubo...
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