Pare la oreja

AutorNatalia Vitela

Seguro ya tiene preparadas las maletas. Al traje de baño, sandalias y toalla súmele tapones para los oídos, pues de esa manera puede evitar que usted y sus hijos sufran del llamado oído del nadador.

Se trata de una infección en el oído externo común en quienes practican natación, por eso se le conoce de esta forma, explica el otorrinolaringólogo Andrés Sánchez.

El también vicepresidente de la Federación Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, indica que esta infección se manifiesta comúnmente durante las vacaciones en playas y balnearios, pues las condiciones del agua favorecen su aparición.

Generalmente se trata de una infección bacteriana, pero puede ser provocada por hongos.

"Sucede porque entra el agua contaminada e irrita fácilmente el conducto del oído, una piel muy delgada de apenas 3 milímetros.

Al presentarse ese tipo de irritación los gérmenes propios de la zona que habitan en la piel de la persona y los que arrastra el agua se juntan y generan el proceso infeccioso", precisa.

Lo que provoca una secreción purulenta y la inflamación de la piel, que cierra el conducto. Los síntomas de este tipo de infección son dolor intenso y escurrimiento o secreción.

"Las personas no escuchan porque se cierra el conducto".

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