Paraíso e infierno en un puerto: Acapulco
Arturo de Dios Palma
ACAPULCO, Gro., abril 29 (EL UNIVERSAL).- Acapulco para muchos fue considerado como el paraíso: playas cálidas, clima envidiable, fiestas interminables; ahora, también para muchos, es el purgatorio o el infierno. Desde hace más de una década el puerto está sumergido en la violencia, las muertes, las desapariciones, las extorsiones, la pérdida de la vida cotidiana y de turistas. La economía en algunos sectores está colapsada, otros sobreviven y unos más de plano ya desaparecieron.
Distintos estudios colocan a Acapulco como una de las ciudades más violentas no sólo del país, del mundo. La violencia está en casi todos lados y últimamente llegó a las playas.
Es domingo 15 de abril, son las 12 del día, la playa Caletilla está llena de bañistas locales y algún turista que decidió regresar a pesar de que acaban de concluir las vacaciones de Semana Santa.
La escena es cotidiana: niños corren para todos lados sobre la arena, en el mar unos nadan, otros sólo se remojan; los vendedores ambulantes no paran de ofrecer sus productos. Un disparo rompe con la escena, ahora todos corren a protegerse, buscan a sus familiares y un hombre está tendido sobre la playa mientras que el oleaje lo golpea. Las autoridades redujeron el crimen a un pleito entre dos narcomenudistas que disputaban el control de esa playa.
Es el último asesinato en una playa de Acapulco, pero no es el único. Este año, la violencia llegó a la franja de la ribera y al principal corredor turístico del puerto: la Costera Miguel Alemán. El anterior crimen ocurrió ahí mismo, en la playa Caletilla.
El 18 de marzo, en medio de turistas fueron asesinadas a balazos dos personas.
Según el reporte policiaco, dos sujetos armados los atacaron enfrente de su familia. Esa vez un hombre murió en la playa y el otro en el hospital.
Como estos casos este año hay otros: en enero dos días seguidos el "blindaje" de la Costera Miguel Alemán se rompió: un día hombres armados se enfrentaron afuera de un restaurante y quedó herida una mujer. Un día antes en la playa Tamarindos, muy cerca de este restaurante, fue asesinado a tiros un hombre.
En enero mismo, una madrugada dentro de la discoteca Baby Lobster, ubicada en la Costera, se dio una balacera en la que murió una persona y cinco más quedaron heridas.
Apenas el 30 de marzo, en plena Semana Santa, a una fiesta organizada por comerciantes de Caleta para los vacacionistas llegaron hombres armados y comenzaron a disparar, varios turistas...
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