Pánico Escénico / Teatro hacia los márgenes

AutorJosé Ramón Enríquez

Roger Bartra me envía un artículo de Sergio Correa, de la BBC alemana, que dice más de los futuros cauces del actual milenio que todos los cálculos de las instituciones públicas y privadas dedicadas a predecir el mediano y largo plazo de nuestra especie:

"La cadena alemana de televisión RTL y la productora Endemol anunciaron que desde el 1í de marzo la nueva versión de Big Brother tendrá lugar en un pueblo artificial especialmente creado para la serie, cuya duración no tendrá límite. Jardines, bosques, una piscina y hasta una iglesia conformarán el Pueblo Big Brother, en las cercanías de Colonia, que será habitado por 16 participantes dispuestos a pasar toda su vida dentro de ese sitio rigurosamente vigilados por un centenar de cámaras.

"Casamientos, divorcios, infidelidades, largos odios o amistades, nacimientos y muertes, todo podrá ser seguido en una emisión en directo de 24 horas. La cadena de televisión RTL anunció que ya tiene más de 26,000 postulantes dispuestos a dejarse encerrar de por vida en el Pueblo Big Brother".

El artículo, escrito en febrero, afirmaba que la selección aún no se había cerrado, y su autor concluía diciendo: "Hasta ahora nadie parece haberse inquietado demasiado en Alemania por las consecuencias sicológicas o aún morales de este Pueblo Big Brother, que parece celebrar festivamente las peores pesadillas de George Orwell. Poco más de 20 años debió esperar la anti-utopía de Orwell para cumplir su profecía que más de 26,000 voluntarios quieren alegremente concretar. Unos 1,500 dólares por mes de sueldo para cada participante y premios anuales que pueden alcanzar casi el millón y medio de dólares serán la recompensa por participar en este inquietante experimento televisivo".

Pienso en Catástrofe, la obra que Beckett dedicara a Vaclav Havel y en la cual el protagonista es manipulado bajo los reflectores hasta la saciedad, hasta el silencio total, hasta el fade out.

Mientras tanto, los márgenes del mundo, que agonizan de hambre, se meten por las alcantarillas de los ricos, ya como indocumentados, ya como terroristas suicidas, ya como delincuencia organizada o desorganizada en todas las ciudades. Literalmente nos comemos los unos a los otros, entre programa y programa de Big Brother.

Aquí, en Mérida, en un margen geográfico de un país tercermundista, hemos decidido hacer algo, muy poco, lo que está a nuestro alcance. Somos conscientes de que frente a los marginados de verdad quedan dos caminos, o darles de una vez un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR