Pan y vino crea armonía
Autor | Silvia Liévana |
Experimentar para crear una armonía sensorial, aromática y gustativa, con cada pan de muerto es lo que sugiere el sommelier Carlos Borboa.
Como una de las grandes expresiones gastronómicas mexicanas, que se disfruta sólo una vez por año, esta delicia bien merece un buen acompañamiento.
"Así como la rosca de reyes se sirve con oporto y vinos de postre, el pan de muerto también", asegura.
"Con chocolate de leche o de agua es espectacular, pero con vino y espirituosos también; es divertido hacer juegos con diferentes versiones de este pan de temporada".
Lo primero es perder el miedo. Según el experto, el vino es hoy muy accesible, hay gamas y estilos al alcance de todos los bolsillos.
"El vino es cero pretencioso, es mucho más sencillo de entender, al igual que el pan de muerto, qué mejor que hacer este juego".
Para probar, el especialista te sugiere armonías gustativas, alcohólicas y no alcohólicas, para cada uno de los siguientes rellenos: Dulce de leche en pan con ajonjolí De nata Crema de naranja en pan tradicional Queso crema con chocolate
CONSEJOS DEL EXPERTO
El sommelier Carlos Borboa comenta que, habitualmente, en temas de maridaje dulce, muy poca gente imagina que el pan y el vino son súper aliados.
"De hecho, uno de los maridajes más interesantes que hay es el de rosca de reyes con vinos fortificados, como oporto o jerez", menciona.
"Cuando vas a maridar panes de muerto con rellenos grasos (dulce de leche, nata, crema o queso crema), elegir un vino tranquilo es muy muy complicado. Por su alta acidez y su poco porcentaje de azúcar residual, chocaría muy fácilmente un producto con el otro".
El experto recomienda apostar por vinos fortificados o con procesos oxidativos, como madeiras y jereces.
CREMA MONTADA DE NARANJA
ALCOHÓLICO
Puede acompañarse con oporto o un aperitivo, como el Lillet Blanc. En el paladar, la crema potenciará las expresiones cítricas, el azucarado del pan y las notas de la bebida.
Algún destilado de uva con matices florales, frutales, tostados y de nueces, como un Armañac, también es opción. Sus sabores van a integrarse con la naranja; la crema ayudará a suavizar el conjunto y le dará un textura placentera.
Otra apuesta puede ser un brandy, como Le Pantof, con matices de fruta y naranja confitada.
De entre los vinos de postre, puede elegirse un Cosecha Tardía, de Casa Madero: sus amplios matices de frutas tropicales harán armonía con la ralladura de la naranja.
Algunos cosecha tardía de Argentina, frangantes y...
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