Paloma Ramírez / Princesitas

AutorPaloma Ramírez

Uno pensaría que los cuentos de nuestra infancia, donde la doncella en peligro era salvada por un caballero galante, estarían pasados de moda. ¿Recuerda a la Bella Durmiente, Cenicienta o Caperucita Roja? ¿Qué hubiera sido de esas dulces mujeres sin los valerosos varones que providencialmente aparecían para librarlas de tan terrible suerte? Lobos feroces, gigantescos dragones, brujas con poderes casi infinitos. Los caballeros eran capaces de vencer cualquier obstáculo, pues eran audaces, fuertes y astutos.

Por su parte, las damiselas se distinguían por su hermosura idílica y virginal. Claro que su belleza exterior era reflejo de un corazón puro e inocente. Aunque adicional a estos atributos, no podría decirse mucho más. Eran personajes pasivos que carecían de la determinación, fuerza, sagacidad o valentía para luchar por lo que deseaban. Eran incapaces de tomar decisiones con respecto a sus vidas. A las doncellas les pasaban cosas, no hacían cosas. Eran hechizadas, engañadas, acosadas, secuestradas, narcotizadas, pero al final también encontradas, salvadas, enamoradas y cuidadas...

Lo cierto es que si limpiáramos los cuentos de hadas de todo elemento mágico, como ratones que se transforman en corceles o enanos mineros, para sólo dejar el esqueleto de la trama, sería fácil reconocer estas historias en el mundo real. A una o dos puertas de la nuestra de seguro vive una mujer como Blancanieves, una que no es capaz de agarrar las riendas de su vida, que necesita que alguien más lo haga por ella. Una que busca seguridad económica y social al lado de un hombre porque ella se sabe incapaz de proveerla para sí.

Todavía son tantísimas las mujeres mexicanas que viven como si no hubieran cumplido la mayoría de edad o sufrieran una discapacidad que limita su poder de decisión. Es común la mujer que pide permiso al marido para trabajar; la que no puede salir de casa si no es con autorización expresa del esposo, todavía menos por la noche; o la que tiene que esperar a que aparezca su hombre para pasarle reporte de la mala conducta de los...

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