Paloma Ramírez / Cacharros

AutorPaloma Ramírez

Hace 16 años, en un viaje por Italia, mi marido y yo nos desviamos de nuestra ruta original para apearnos en Cremona, un pueblo al norte del país famoso por sus violines. Precisamente de ahí era Andrea Amati, el célebre lutier quien, a mediados del siglo XVI, inventó el pequeño instrumento de cuerdas tal y como lo conocemos hoy; así como Antonio Stradivari, quien aprendió y perfeccionó la técnica de Amati.

Supimos que habíamos llegado al lugar correcto en cuanto nos alejamos de la estación de trenes y distinguimos, a lo largo de las calles, talleres y casas de violines. En la primera tienda a la que entramos, la vendedora nos miró de arriba abajo antes de respondernos con otra pregunta: ¿Pero el violín es para su hijo? En esa época si algo exudábamos por los poros era juventud. Sí, le aseguramos que tomaba clases desde hace algún tiempo. ¡Cómprenle uno chino!, respondió cuando dedujo que nuestro hijo, el virtuoso violinista, no sería más que un crío. Aquí todos aprendemos en violines chinos, agregó acaso para aliviar nuestra desilusión.

La fama de Amati, Stradivari y otros violeros cremoneses como Guarneri no sólo traspasó las fronteras geográficas sino las del tiempo. Gracias a ella algunos de sus instrumentos se han valuado en pequeñas fortunas. En 2011, tras el tsunami y terremoto que castigaron Japón, Nippon Music Foundation subastó uno de sus Stradivarius en 15.9 millones de dólares y donó lo obtenido a un fondo de rescate.

Buena parte de los más antiguos violines cremoneses pertenecen a inversionistas financieros o museos. Pasan sus días en cajas de cristal sin que apenas se les saque un suspiro. Y no podría ser de otra manera ya que en promedio su valor se ha duplicado cada diez años por los últimos tres siglos. Una inversión atractiva debido a su bajo riesgo y alto rendimiento.

Sería el propio Stradivari quien reinventó el violín como instrumento de inversión. Pues después de crear piezas de gran belleza tanto acústica como visual, las vendía a un precio elevado a los personajes más ricos de la sociedad europea. Con ello aseguraba que se les cuidara y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR