Un palacio irresistible

AutorAdan García

MORELIA / Michoacán

Una casona del Siglo 17, de una sola planta y sencilla fachada, es la construcción que aloja los vestigios más ricos de México: el Museo del Dulce.

En Michoacán este tipo de sitios sorprenden por su acervo revolucionario y cultural. Hay desde la ropa que usó José María Morelos hasta el vehículo donde el ex Presidente Lázaro Cárdenas se transportó durante casi 10 años.

Para conservar ese legado las autoridades han destinado varios de los más hermosos palacios de la ciudad, verdaderas obras de arte hechas de cantera.

Ubicado en la Av. Madero -antigua Calle Real-, en el Centro Histórico de Morelia, el Museo del Dulce constituye uno de los símbolos más fieles de la capital michoacana.

Penetrar sus rincones es como entrar a una máquina del tiempo que remonta a su pasajero hasta el Porfiriato, la época de oro de Morelia.

El personal viste prendas que fueron moda en 1900 y el mobiliario también es del siglo antepasado con influencia francesa.

Hasta la música que ambienta el lugar es del Porfiriato, cuando la elaboración de dulces estaba en su apogeo.

Este sitio compite en riqueza cultural con el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo Regional Michoacano, el Museo Colonial y el Museo de Historia Natural de esta ciudad.

La diferencia, sin embargo, es el aroma y el sabor.

El olor a ate, relleno de guayaba, merengue, jaleas, laminillas y chocolate de metate seduce al más exigente.

Lo más difícil al pasar por la acera de enfrente es resistirse a no entrar.

Finalmente todos caen. El museo resulta, simplemente, irresistible.

Una dulce experiencia

A la entrada del Museo del Dulce se encuentra una gigantesca vitrina de hermosa madera tallada del Siglo 19, donde se exhibe un ejemplar de todo lo que ocultan los rincones del lugar.

Ahí están varias muestras de las más de 400 variedades de dulces, licores de dulce, nieves de dulce... y todo de dulce.

Enseguida se encuentran las secciones de pastelería y repostería, con las ricas empanadas elaboradas a base de una receta especial, fruta cubierta, ates, cueritos y jaleas.

En otra sala están las antigüedades. A simple vista se observan muñecas de porcelana de colección y una registradora National de 1904. Y más dulces.

La Galería de la Morelia Antigua ofrece más de 100 fotografías de la ciudad cuando todavía sus calles eran de terracería y el único medio de transporte era el tranvía.

Tan sólo en la Cafetería el visitante puede degustar dulces postres con la receta de la casa: merengues...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR