Palabra y fe / La Pasión de Cristo

Pbro. Juan José Hinojosa Vela

No pocos santos Padres de la Iglesia han visto en la primera lectura de hoy una profecía de la Pasión del Señor, y lo que piensa el mundo de quien vive el Evangelio o, al menos, lo intenta. La conducta de una persona buena es un despertador y una invitación silenciosa a los que la conocen. En los versos que siguen se ve como si el autor sagrado hubiera tenido una visión clara de los acontecimientos del jueves y viernes santos. Dice el texto: "Si el justo es hijo de Dios, Él lo ayudará y lo librará de las manos de sus enemigos... sometámoslo a la humillación y a la tortura; condenémoslo a una muerte ignominiosa". Todo el mundo sabía que la muerte más infame era la de la cruz (Deut. 21,23) y nuestro señor Jesucristo aceptó por nosotros esa maldición (Gal. 3,13).

El Evangelio de hoy nos muestra a Jesús que iba enseñando a sus discípulos. El pequeño grupo de los elegidos, a fuerza de que les repitió la lección, quedó con las ideas claras, pero no querían entender, y les daba miedo preguntar, como cuando un enfermo prefiere no preguntar nada a su médico por temor a una mala noticia. Jesucristo debió tener una paciencia enorme con ellos porque le daban importancia más a sus intereses que a los...

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